3. Un Gato en Casa

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3. Un Gato en Casa

- Portgas.... Portgas...- escuchó a alguien llamarle a lo lejos, haciendo eco en su cabeza- Portgas...- volvió a llamarle, esta vez más cerca- ¡Ace!- aquel último grito bastó para que finalmente abriera los ojos, siendo su comandante lo primero que sus ojos alcanzaron a capturar

- Smoker...- poco a poco, el pelinegro comenzó a reconocer todo a su alrededor; su cuerpo estaba tendido en el frío suelo de la habitación, con su superior mirándole desde arriba- ¿dónde está Zoro?- recordó asustado intentando levantarse, mas la fuerte mano de Smoker lo obligó a recostarse otra vez

- será mejor que no te muevas, podrías estar herido

- ¿dónde está Zoro?- repitió para molestia del mayor

- los paramédicos le están atendiendo. También mandé a llamar a la Dra. Kureha

- ¿y Sanji?

- está en shock. Es como la primera vez que vio a Crocodile... seguramente en unos cuantos días estará bien- sus palabras parecieron calmar al menor, así que siguió indagando sobre el incidente- ¿quién hizo esto?

- el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law. También lo acompañaba un hombre pelirrojo que nunca había visto, quizá uno de sus subordinados- Ace se llevó una mano a la frente, de pronto se había sentido mareado- aun no puedo creer que me venciera a base de fuerza bruta... soy un inútil...

- no digas eso. Lo hiciste bastante bien- Smoker paseó sutilmente sus dedos por el rostro del menor- me alegra que estés a salvo- le miró fijamente a los ojos, haciendo que el corazón de Ace bombeara con más fuerza y su rostro comenzara a arder. Aquella imagen fue espléndida ante los ojos del mayor, quien lo hubiese besado en ese momento de no ser porque otros oficiales iban y venían por todo el lugar. Pronto, los paramédicos llegaron hasta donde puños de fuego, hicieron un chequeo general rápido y lo subieron a una camilla para llevarle al hospital, aun tenían pruebas que hacerle...

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Un par de horas más tarde, la Dra. Kureha arribó en el hospital de Whiskey Peak, y sin permiso de nadie, se adueñó del quirófano para atender las heridas de Zoro. Al terminar, el peliverde fue puesto en la misma habitación que Sanji, quien permanecía dormido gracias a los medicamentos que le habían administrado. Ese día, el único que salió del hospital fue Portgas D. Ace con una serie de contusiones en la espalda y brazos, pero nada tan grave como para hospitalizarlo.

Aun cuando Ace había insistido en ayudar a brindar protección en el hospital, Smoker le había ordenado regresar a casa, pues sabía que debía descansar al menos por ese día. Ace regresó a casa ligeramente molesto, mas al recordar que había dejado solo a Luffy, comenzó a preocuparse... ¿y si ese hombre intentaba hacerle algo a su hermanito como hizo con Zoro? No, era imposible, se había esforzado para que nadie excepto personas de confianza supieran que era su hermano, precisamente para mantenerle a salvo...

Aquellos pensamientos le tranquilizaron un poco, pero aun así, regresó lo más rápido que pudo a su apartamento. Al entrar, encontró un caminito de gotas carmesíes que se extendían por el suelo desde la entrada hacia el interior, volviéndose más gruesas conforme se acercaba al cuarto de Luffy. Con un nudo en la garganta, el pecoso caminó hacia el cuarto del menor, pero antes de que pudiese acercarse lo suficiente a la habitación, Luffy salió cargando un montón de sábanas y toallas manchadas con sangre.

Al ver a su hermano, Luffy arrojó lo que llevaba en brazos al suelo e intentó inútilmente esconderlo detrás de sí.

- hola Ace- saludó Luffy con una amplia sonrisa- ¿cómo está Zoro?

Deceitful FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora