13. Escapes y Capturas

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13. Escapes y Capturas

- no es posible...- sin ser consciente, el comandante Akagami se llevó una mano a la boca sin dejar de mirar el cuerpo calcinado sobre la plancha de metal de la morgue. El cuerpo apestaba a carne quemada y la apariencia no era precisamente agradable. Aun así, se podía reconocer lejanamente quién era, y los estudios forenses, así como las pertenencias del cuerpo, lo confirmaban- de verdad es Sir Crocodile...

- sin duda es él- le afirmó el médico forense junto a él- pero no fueron las llamas de la explosión lo que lo mataron

- ¿qué quiere decir?- preguntó intrigado el pelirrojo

- ¿ve este orificio?- con los guantes de plástico blancos puestos, el médico tomó cuidadosamente el cráneo del cuerpo- es una herida de bala a quemarropa, era imposible que sobreviviera. El cuerpo del piloto tiene una herida similar, sólo que la bala entró por la parte trasera de la cabeza, lo más extraño es que no se encontró ningún arma entre los restos del helicóptero

- alguien más iba con ellos- fue la obvia respuesta de Shanks, pero ¿quién, entre los asistentes del Rain Dinners, no figuraba en las listas de heridos o fallecidos?- yo no vi a nadie bajar. Aunque, había mucho humo...

- ¿qué haremos con el cadáver?

- redúzcanlo a cenizas y pónganlas en una urna junto con sus pertenencias, la policía se encargará de él después- dijo como orden y salió de aquel frío y lúgubre lugar para ir a supervisar el reconocimiento de los demás cuerpos. Una vez terminada su labor, regresó a la parte superior del hospital, en donde los heridos estaban dispersos hasta en los pasillos

- ¡Comandante Akagami, son demasiados!- se quejó una enfermera que se notaba había trabajado las últimas horas y estaba física y mentalmente exhausta- ¡debe llevarlos a otro hospital!

- ya hemos repartido a los heridos señorita, no podemos hacer mucho. Si los llevamos más lejos corremos el riesgo de perderlos

- ¡pero necesitamos ayuda!

- ¿ayuda ha dicho?- Smoker apareció detrás de los otros dos, con los brazos cruzados sobre su pecho

- ¡Comandante Smoker, ya le he dicho que no puede fumar aquí!- la chica se puso de puntitas sobre sus pies y le quitó el par de habanos de la boca para luego tirarlos al piso y apagarlos de un pisotón

- ah, qué gruñonas se han vuelto algunas enfermeras- resopló enfadado el peliblanco- si quieres ayuda Akagami, yo puedo traer a dos excelentes médicos que pueden agilizar el trabajo

- ¿en verdad?- esperanzados, Shanks y la enfermera miraron al comandante con ojos centelleantes y con una sonrisa de oreja a oreja

- voy a llamarlos. Tardarán algunas horas, pero serán de mucha ayuda- el peliblanco sacó su teléfono y les dio la espalda para llamar- ¿Hola, Doctora Kureha? ¿Qué tan rápido puede venir a Rainbase?

- ¿has... has dicho... ¡¡KUREHA!!?- había escuchado de esa anciana, era toda una experta en cuanto a medicina se refería, pero sus conocimientos eran tan legendarios como su mal genio y su excesiva forma de beber- ¡¡debes estar bromeando, esa mujer sólo alterará el orden del hospital!!- le gritó Shanks- ¡¡no pudiste elegir a una persona peor!!

-...- Smoker miró de reojo a su colega y terminó la llamada con la doctora para enseguida llamar a otro número- ¿Trafalgar?

- ¡¡¿ESTÁS LLAMANDO AL CIRUJANO DE LA MUERTE?!!

- ¡¡Comandante Akagami!!- la enfermera se preocupó al ver al pelirrojo más pálido que un papel y el cuerpo tan rígido que parecía de piedra...

Deceitful FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora