𝙲𝚄𝙰𝚃𝚁𝙾. 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚

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Martes 5 de Agosto de 1990

Desde el día de hoy he comenzado a anotar los días en una pequeña libreta que ofrecía el mismo hospital, hoy es un día muy importante porque por fin me dieron de alta del hospital.
Mi padre dice que nos iremos a vivir a una de las casas de mi tía Sara, ya que fue la única familiar con la que nos pudimos comunicar, mi padre y ella nunca se han llevado de lo mejor, pero debido a nuestra trágica situación, están tratando de llevar "la fiesta en paz"

-Bueno Beth, ¿ya empacaste todo?— dijo mi padre tomando mi maleta en su mano

-Si, estoy segura de que si— después de empacar todo nos dirigimos directo hacia la salida del hospital, mientras mi padre firmaba algunos papeles, decidí adelantarme y salir a buscar un taxi

-Chica, oye— se escuchó de entre los pasillos interrumpiendo mi caminata hacia la salida

Por curiosidad volteé y ahí estaba, parado con sus jeans de cuero, Rubén Gómez sosteniendo lo que parecía ser un cassette—

-Creo que se te estaba olvidando algo... importante— dijo en un tono divertido sin llegar a ser burlón

Lentamente me acerque, dudosa, y tome el cassette de sus manos, cuando logré mirarlo bien, era el mismo que se encontraba en las cosas que me entregó la recepcionista, el cassette de "sombras y figuras"—

-Parece que eres muy fan de nosotros

-¿Yoo-oo?, uhmmm, si— dije intentando no desmayarme— por cierto, Rubén, ¿porque sigues aquí?, más bien, ¿porque estás aquí?

-Digamos que ese asunto es algo confidencial, Edgardo me mataría si le dijera a cualquier persona, y menos a una que no conozco, pero como no es el caso— se acercó a mi oído y susurró— es Angelo

-¿Que?, mira, no tienes que decírmelo todo porque entiendo la confidencialidad, solo dime, ¿él está bien?, ¿cómo va su recuperación?, ¿la operación fue exitosa?— tontamente dije, porque temía que Angelo sufriera algún tipo de consecuencia por la alteración del tiempo que probablemente podría causar, solo por haber aparecido ahí

-¿Como sabes que... lo operaron?— dijo el chico de ojos azules al que le cambió drásticamente el semblante ante mis palabras

-Es que, yo, —suspire— yo vi como lo trasladaban a emergencias... vi a Edgardo gritar alterado, así que deduce que fue él, por lo que me dijiste antes

-Okey, so además de linda eres una detective en potencia— ciertamente tenía razón, había acertado en mis sospechas

-Uhmm, jaja, ¿gracias?—mis mejillas se encendieron a los alagos de aquel chico de ensueño, que pese a no ser mi favorito de la agrupación, era Rubén Gómez, cualquier chica se sentiría nerviosa ante su presencia—

-Beth ya está todo listo, tenemos que irnos— escuche la voz de mi papá

-Así que... Beth, me encanta ese nombre, suena muy elegante— de nuevo había logrado ponerme nerviosa

-Si, bueno, me tengo que ir... espero algún día volverte a ver— dije con un tono desesperanzador

Al salir del hospital, por primera vez, sentí una vaga emoción recorriendo mi estómago, como si de algo emocionante se tratase mi nueva vida.
Mi padre le hizo la parada a un taxi y cuando nos subimos el señor nos quedó viendo raro, supongo que por la ropa fuera de época que vestíamos, mientras el automóvil seguía las instrucciones de mi papá explicando el camino

-Oye Beth, se que no recuerdas lo qué pasó, así que te contaré... básicamente íbamos tú, tu amiga Rebeca y yo en el coche a no sé dónde, un carro se descontrolo y se dirigió hacia nuestro rumbo, chocamos y... bueno, tu amiga fue la que recibió menos lesiones, busque a algún familiar suyo  y encontré a sus tíos, viven cerca de aquí, y pues ahora vive con ellos, si quieres puedes ir a visitarla después, por otro lado, el carro quedó algo reparable y me lo entregan el Domingo, mientras tu tía Sara nos dejo un auto prestado, estacionado en la casa...

-Gracias por la historia, y si, quiero ir a ver a Rebe, pero primero necesito tiempo para analizar todo
suspire— ¿y ya vamos a hablar de que estamos en algún tipo de "época" la cual ni si quiera nos pertenece?

-¡Beth!, este no es lugar para esa conversación, y mira que yo tampoco lo entiendo, créeme que estoy igual o más confundido que tú, solo espero que podamos encontrar respuestas rápido— dijo
susurrando para que el conductor no escuchara— oye por cierto, ¿quien era ese chico con el que hablabas?, se me hace conocido

-Solo un chico... me devolvió un cassette que se me había olvidado en la habitación

-Llegamos, serían 50 pesos—

-Aquí tiene, gracias— mientras mi padre salía del automóvil, yo quede impresionada por lo bonito que era el vecindario y de re ojo vi el auto que mi tía nos había prestado, en general, se veía como un lugar de lindas posibilidades

Unas horas más tarde, mi padre y yo ya estábamos instalados en el lugar, era bastante bonito, tenía grandes ventanas que dejaban ver la patio, era blanca, tan blanca como la nieve y su decoración gritaba los gloriosos 90's, yo elegí el cuarto más bonito, y el más grande, claro.

Estaba cansada de todo el día, me senté en mi cama y tomé el cassette del cual se dejaba ver la punta de lo que parecía un papel, lo saqué y mi sorpresa fue que, en el estaba escrito el número de Rubén con una leyenda que decía "llámame si quieres pasar un buen rato conmigo y los chicos"— estaba atónita

Mientras pensaba en todas las cosas que podían suceder si le tomaba la palabra y le llamaban, el cassette se reproducía dejando escuchar una de mis canciones favoritas "poco a poco amanece y parece que tú eres el sol..."

ᵃ ᵘⁿ ᵐⁱⁿᵘᵗᵒ ᵈᵉ ᵗⁱ×𝘳𝘰𝘣𝘦𝘳𝘵 𝘢𝘷𝘦𝘭𝘭𝘢𝘯𝘦𝘵𖥻🧺゙ָ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora