013. ¿Amor?

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Debido a algunas copas de más y un corto presupuesto para los taxis, ChanYeol terminó llevando a BaekHyun junto con su hermana a casa, y llegaron como a las seis de la mañana, encontrándose con su madre, la cual estaba desayunando para luego irse al trabajo, y al verlos ayudó a su hija a subir las escaleras. 

—Me gusta tu casa, y tu jardín —comentó BaekHyun abrazando con fuerza al pelirrojo—. Me gusta el color de las paredes... 

Todos estaban algo ebrios, lo suficiente para no medir sus palabras, pero no tanto como para no poder caminar por sí mismos. Ambos se habían quedado en la entrada como si estuvieran esperando algo. 

—¿Quieres agua? —preguntó ChanYeol, acariciando su espalda—. El agua de mi casa es super deliciosa, mi mamá la prepara. 

—Sí, dame dos —respondió sonriéndole amable. 

—Okay, no sé quién será tu amigo cariñoso, pero creo que ambos necesitan dormir un poco —dijo la madre del pelirrojo acercándose a ellos. 

—¿Usted es la madre de ChanYeol? —preguntó, y soltó al otro para hacerle una extraña reverencia—. Es un placer, señora, un placer, me llamo BaekHyun. 

—También es un placer, hijo —le respondió amable. 

ChanYeol se acercó al rubio y lo abrazó por detrás, cerrando los ojos al apoyar su barbilla sobre su hombro. 

—Yo extraño a mi madre también... —comentó BaekHyun a la mujer, y apuntó al techo—. Ella está en el cielo. 

La mujer le sonrió apenada y se sintió mal por él al escucharlo. 

—Lo siento, hijo, ¿Ella falleció? 

—No, es azafata —respondió simple. 

ChanYeol comenzó a reír al escucharlo y lo soltó para acercarse a su madre y darle un abrazo, para luego separarse y tomar la mano del rubio para subir las escaleras junto con él, camino a su habitación. 

Al llegar, el pelirrojo puso llave y comenzó a sacarse la chaqueta de cuero negra, junto con la camiseta, para luego quitarse los jeanes negros. Con la mirada fija en el rubio, el cual copiaba su acción y se quitaba su colorida ropa, quedando solo con su camiseta de color blanca y sus boxers de color rojo fuerte. 

—Ya no eres un arcoíris —comentó acercándose a él, y sostuvo su cintura llevándolo hacia su cama. 

—Sigo siendo tu arcoíris —respondió, y sonrió en grande cuando el pelirrojo lo dejó sobre la cama de forma suave. 

—Obviamente —respondió, y metió sus manos debajo de su camiseta, llegando a rozar sus pezones. 

Se acercó a su cuello y comenzó a darle besos húmedos por toda la zona, acercándose más al cuerpo contrario para que el rubio pudiera acariciar con más facilidad todo su torso: hombros, brazos y espalda. 

— Quiero besar tus músculos y pectorales... —dijo al sentir sus músculos debajo de su palma, soltando suspiros leves ante los escalofríos que le causaban los labios ajenos sobre su piel—. Quise hacerlo desde que te vi en el vestidor, eres un maldito, ¿Por qué yo no estoy así? 

—Podemos ir al gimnasio juntos, nos pondremos mamadisímos juntos —dijo, riendo divertido por su comentario. 

En un rápido movimiento, se colocó boca arriba y le dijo que se subiera. Llevó sus manos detrás de su cabeza, guiñándole un ojo mientras le sonreía coqueto. 

—Anda, besa donde quieras. 

BaekHyun sonrió en grande rodando los ojos, y se subió encima suyo para ponerse mucho más cómodo. 

Opuestos | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora