Opuestos | ChanBaek

015. Capítulo final

BaekHyun volvió a arreglarse para una cita como acostumbraba a hacerlo, porque había programado otro encuentro, pero esta vez no era en un lugar de comidas o bebidas, sino que había elegido un arcade, ya que hacía tiempo que no iba a uno. 

Esperó en la entrada del lugar, nervioso y un poco ansioso. Revisó sus ropas, esas muy coloridas que había elegido, chequeando que todo estuviera bien y sonrió a gusto. 

Su teléfono sonó y respondió rápido al leer el nombre del contacto. 

—¿Ya estás aquí? —preguntó mirando para todos lados. 

—Busca al otro único idiota que está vestido con más de cuatro colores de pies a cabeza, y que encima, tiene el cabello rojo —le respondió ChanYeol desde el otro lado de la línea. 

BaekHyun rio, y luego de buscar un poco más con la mirada, notó a lo lejos una cabellera roja que se acercaba con su teléfono en mano, pero esta vez lo único colorido no era su cabello, sino su ropa también. 

—No puede ser... —murmuró, y luego comenzó a reír estruendosamente al verlo. 

ChanYeol traía puesto un jean de color amarillo, una camiseta con los tres colores primarios, una chaqueta verde lima, zapatillas blancas con detalles rosas y un cinturón de color violeta. 

Se acercó a él y se detuvo frente a él con los brazos cruzados, mirándolo con molestia y una ceja alzada. 

BaekHyun, como ganacia de su apuesta, le pidió una cita. Pero la regla era que debía de vestirse como BaekHyun le dijera, y no podía negarse a ninguna prenda. 

—Sabes que me voy a vengar por eso, ¿Cierto? —preguntó ChanYeol, bufando irritado al ver que no paraba de reírse de él—. ¿Vas a seguir riendote o qué? 

—Espera, espera, necesito tomarte una foto —dijo encendiendo la cámara para tomarle una foto—. Te ves tan lindo, los colores te sientan bien —bromeó. 

—Me doy vergüenza, pero me da aún más vergüenza cuando me paro al lado tuyo, van a pensar que venimos a animar fiestas infantiles. 

—Lo hubieras pensando antes de admitir que te gusto sabiendo que esto podía pasar si lo hacías —le respondió aún riendo, y se acercó luego de guardar su teléfono para tomar su mano, enlazó sus dedos, y besó su mejilla—. Es la primera vez que no me dejan plantado o se van luego de verme, gracias. 

—No puedo irme aunque quiera, mi madre ya te vio y le caíste bien —respondió en broma, y antes de avanzar le dio una rápida mirada de arriba a abajo—. Te ves bien, como un puto arcoíris. 

—Ahora ambos somos arcoíris, ¿No es romántico? —preguntó sonriendo en grande mientras caminaban por el lugar lleno de maquinas recreativas. 

—Es ridículo. 

—¿Debería de enviarles la foto a tus hermanas? —preguntó en un tono amenazante—. Creo que a MiYeon le encantará verte de esta forma. 

—No me tientes a hacerte pasar aún más vergüenza de la que estoy pasando yo ahora —dijo de igual forma. 

—¿Acaso eso es posible? Porque incluso yo siento vergüenza por ti al verte —respondió, y volvió a reír al verlo—. Tu cabello le da el toque. 

ChanYeol atrajo su cuerpo al suyo y lo hizo apoyarse en el borde del tejo de mesa, y sostuvo su cintura con fuerza. Se acercó a sus labios y le habló con voz aún más grave. 

—Ahora pídeme perdón, sé buen chico o ya vas a ver que tanta vergüenza tengo —dijo, y lo miró con ojos intensos. 

—No voy a pedirte perdón. Ya, aléjate un poco —dijo avergonzado, intentando apartarlo, pero el pelirrojo no se movió ni un poco—. Chan...