Así que la FAM fué a pelear ahí

Capítulo 17

Había pasado un poco más de dos horas desde que los mexicanos dejaron la aldea y se pusieran en marcha directo a la capital, algunos se ocultaban en cajas o en los barriles dentro de las carretas, otros estaban fuera como simples pasajeros y viajeros, el capitán estaba en la carreta al frente de todos, había ocultado su rifle y estaba con su cuchillo de combate afilandolo con una piedra para afilar (obvio) que le habían prestado  los aldeanos, su mirada aunque estaba apuntando al cuchillo mientras pasaba la piedra lentamente su mente estaba en otra parte, más específicamente estaba tratando de proyectar su plan dentro de su mente pensando que podría salir mal y como podría solucionarlo, lo más grave sería que además de los guardias convencionales hayan traído tropas "resusitadas" también se reía dentro de si cada vez que pensaba en ellos, una vez dejó de afilar su cuchillo lo guardó de nuevo, cuando lo hizo logró ver algo que sobresalía de su uniforme en uno de sus bolsillos, acercó su mano y sacó una máscara de tela con una figura de calavera que llegaba hasta el pómulo y la punta de la nariz, esto le recordó porqué quiso entrar a las fuerzas armadas

FLASHBACK
HACE 18 AÑOS

En la ciudad de Juarez del estado de Chihuahua en una gran colina de color gris claro se encontraba un joven Alejando de 10 años de edad estaba jugando con sus amigos un pequeño partido de fútbol, niños contra niñas, y cuidando de su pequeño hermano recargado enfrente de la casa de Alejandro se encontraba su hermano mayor, Luis, un prodigio, tenía 18 y estaba por entrar con una beca completa en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en la carrera de medicina, veía como los niños luchaban para mantener en una dirección el balón desgastado de fútbol ya que las calles estaban algo inclinadas pero realmente eso no le importaba a los niños que se divertían como siempre, al menos hasta que ese sonido empezara a sonar, todos sabían que debían meterse a sus casas y rezar para que todo acabara rápido, todas las madres salen de sus casas buscando a sus hijos quienes corren con ellas para buscar refugio de pequeña tormenta que les azotará, justo después de que los niños entrarán a sus casas varias camionetas con las iniciales C.D.J (cartel de Juárez) pasaron por entre las calles disparando al aire, la máxima prueba de supremacía frente al gobierno mexicano, sabían lo que podían hacer, estos barrios estaban bajo completo control del cartel, algunos miembros del cartel pertenecían a fuerzas especiales mexicanas, aunque algunos han muerto o fueron detenidos por el gobierno una buena cantidad aún seguía operando, la policía poco podía hacer frente a los números y armamento de los sicarios, solo los soldados podían hacer algo, siempre pasaban, cada dos o tres días, pero nunca se detenían, esta vez fue diferente, pararon justo enfrente de la casa de Alejandro, últimamente el ejército ha empezado a diezmar a los sicarios y necesitan soldaditos para mantener sus filas y no tuvieron mejor idea que empezar a reclutar jóvenes, los sicarios armados con cuernos de chivo (AK-47, aunque no son originales posiblemente sean de fabricación rumana o yugoslava) entraron con violencia a a la casa de Alejandro su madre empezó a gritar pero fue abofeteada por uno de los sicarios, tomaron a Luis y empezaron jalarlo aunque con dificultad debido a que Juan era bastante más grande que los pequeños perros de la calle del cartel, aunque no un golpe con sus rifles lograron dominarlo y meterlo a la furgoneta,  su madre intentó evitarlo pero su fuerza era mucho menor y solamente se llevó un puñetazo, el pequeño Alejandro trató de pelear pero le golpearon con la culata del rifle dejándolo inconsciente

PRESENTE

Operador: Fueron buenos tiempos no crees? Cuando las cosas no estaban tan locas

Capi: Si...si que lo fueron

Cuando dijo eso acercó su mano al rostro para sentir una pequeña cicatriz de su mejilla y dió una pequeña sonrisa y prosiguió a quitarse su casco para posteriormente ponerse la máscara, la misma cubría desde los pómulos hasta el cuello y poco la nariz, era de una tela ligera y flexible pero con el paso del tiempo está lo perdió, aún así mantenía la firmeza para no caerse