Capitulo 26

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En la base mexicana estaba parado mirando al horizonte el coronel encargado de mantener el orden y la seguridad en la puerta que conectaba a ambos mundos, parecía tener la mirada fija en algo, pero simplemente estaba mirando a la nada, algunos llaman esto como "la mirada de las mil yardas", aún con el detonador en la mano estaba completamente inmóvil, hasta que uno de sus subordinados le llamó por su nombre, parece que no escuchó o simplemente ignoró al soldado, por lo cual tuvo que hablarle de nuevo para que esté finalmente volteara la mirada y lo viera a los ojos, con una posición firme el soldado le informó que los helicópteros estaban de camino a la capital y que el equipo de rescate destronó al emperador y colocaron a la princesa Piña como la nueva emperatriz, además que los prisioneros que habían logrado capturar estaban siendo procesados y que solo unos pocos habían logrado escapar pero que los UAV los estaban monitoreando, el coronel solo asintió, el soldado aún sin irse le recordó que no había necesidad de mantener el detonador listo, el coronel curioso por la declaración observó su mano y vió que estaba apunto de presionar el botón a lo que rápidamente quitó su dedo del botón y puso el seguro para evitar detonarlo por accidente y regresó en silencio a su oficina.

Mientras tanto los militares se estaban reorganizando reparando las trincheras dañadas y recolocando varios nidos de ametralladoras mientras otros movían los cuerpos de los muertos, llevándolos a una fosa común si eran parte del imperio y llevándolos a los camiones si eran mexicanos, el ejército mexicano había sufrido varias bajas, aunque viendo al enorme ejército al que se habían enfrentado nadie negaría que esto había sido una victoria, finalmente las cosas volverían a ser aburridas

En la capital (varios minutos antes)

Los grandes hechiceros habían disuelto el hechizo que mantenía en pie a los no muertos y los militares desarmaron a los pocos guardias restantes, adolorido y caminando lentamente se acercó a dónde Zorzal había colocado su corona, la tomó y caminó hasta donde estaba la princesa quien se había quedado quita, ella esperaba que lentamente le colocara la corona, sin embargo las cosas no fueron tan delicadas como ella esperaba ya que toscamente el capi tomó del brazo a la princesa y casi arrastrándola la llevó frente a los que parecían ser el consejo, la colocó frente a el y sacó su pistola para volver a apuntar al consejo

Capi: Listo, ella es ahora la nueva emperatriz, hagan eso que hacen para nombrarla o lo que sea que hagan, háganlo rápido, juren ser fiel a ella ahora y siempre

Su mirada era sería, mostraba cansancio, enojo y frustración, estaba harto de esta tontería, solo quería irse a casa o mínimo a la base, comer algo caliente, dormir en una cama suave y limpia, ducharse, aún fuese con agua helada, solo quería quitarse ese terrible hedor

Al principio todos estaban callados, no querían abrir la boca por miedo a que sus palabras enfureciera al hombre que estaba frente a ellos, todos excepto uno

Lord1: Una mujer sentada en el trono!? Debes estar bromeando, una mujer jamás será digna de sentarse ahí y gobernar, una mujer con la belleza de la princesa solo serviría para foll-

Un sonido ensordecedor sonó por toda la cámara con el eco recorriendo cada rincón, de la sala, la mayoría de los presentes se taparon los oídos, unos incluso escuchaban un pitido el cual disminuyó rápidamente, para cuando ya habían regresado a sus lugares vieron que aquel lord que parecía negarse se encontraba en el suelo sobre un gran charco de sangre saliendo de su cabeza, con la mirada perdida parecía que ni siquiera se dió cuenta de sus últimos momentos en vida

La princesa quien se había agachado se reincorporó volteando a ver al capi, notando esa mirada fría en su rostro, no había emociones, no culpa, enojo o simplemente algo que le hiciera parecer un humano, solo parecía estar cansado

Así que la FAM fué a pelear ahíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora