↬𝙻𝚘𝚟𝚎 𝚌𝚊𝚗 𝚍𝚘 𝚎𝚟𝚎𝚛𝚢𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐↫ || ♦𝚃𝚛𝚞𝚎𝚙𝚕𝚒𝚔♦

⟡𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘶𝘯𝘰⟡

♥𝙳𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚑𝚊𝚢 𝚟𝚘𝚕𝚞𝚗𝚝𝚊𝚍, 𝚑𝚊𝚢 𝚞𝚗𝚊 𝚖𝚊𝚗𝚎𝚛𝚊, 𝚞𝚗 𝚙𝚘𝚌𝚘 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚊♥

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~¿Qué haces amor?~ Le pregunta el castaño a su novio.

~Hola Manu~ el menor se para de su asiento y se acerca al castaño para darle un beso~ estoy leyendo~ le dice respondiendo a su pregunta.

~Pero a ti no te gusta leer~ le dice el mayor confundido.

~Si, lo se pero~ hizo una pausa y suspiro~ quiero entender tu mundo de los libros~ le responde con una sonrisa sincera.

~¿Te he dicho lo mucho que te amo?~ le pregunta en un tono divertido.

~No~ le dice con un puchero.

El mayor sonríe.

~Bueno Si, pero me gusta que me lo repitas~ le responde de manera tímida y con sus mejillas en un tono rojizo.

~Pues te amo mucho~ Manuel se acercó a su pequeño novio para besarlo con ternura y cariño.

~ Y ¿qué lees?~ le pregunta curioso.

~ "El amor huele a café"~ le responde viendo la portada del libro.

Manuel sonrió tiernamente al recordar ese libro.

~Matu~ lo llamó con un tono suave.

~Si,~ el menor entendió y lo miró directamente a los ojos, haciendo que sus miradas se conecten~ es el libro que tu madre te dio, su favorito si mal no recuerdo~ respondí con una sonrisa~ recuerdo que tu madre se lo dio a tu hermana, pero ella lo despreció, y eso a ella le dolió, pero antes de que ella muriera recuerdo que te lo dio a ti y es como una reliquia entre tu y tu madre pero ahora me toca a mi~ le dice dulcemente a su novio, quien había empezado a derramar lagrimas.~ no Manu no llores~ el menor se acerco a el castaño.

La feliz pareja estaba en el patio trasero de su casa que era bastante amplio con el suficiente pasto y espacio para hacer un lugar de reposo y tenían un sillón bastante lindo, en el cual se encontraban en este momento.

~Re-recuerdo que me dijo que eras buen chico y que eras mi parte faltante~ dice en un suave sollozo.

~Y yo recuerdo que me decía lo especial que eras y que te cuidara porque eras su tesoro más preciado~ el menor empieza a tener flashbacks de recuerdos con la mama del mayor.

Si bien la mamá de Manuel siempre fue como su segunda madre puesto que su verdadera madre nunca le prestaba atención simplemente lo ignoraba pero con la mama del mayor era diferente y el en verdad la sentía como su madre.

El mayor sonrió al recordar algo.

~¿Te acuerdas cuando nos daba sus galletas de chocolate?~ le pregunta.

El sonríe de lado.

~¿Cómo olvidarlo?, ~hizo una pausa para mirarlo ~ las "galletas espaciales", me acuerdo que jugábamos a que yo era una princesa y tu el príncipe~ empezó a recordar.

El mayor sonrió al recordar eso y al ver el brillo en los ojos del menor.

~Me acuerdo que tu madre nos daba galletas de chocolate diciendo que eran mágicas y daban super fuerza y tu las cosas, y yo como todo un antojado me quejaba por que yo también quería, les pusimos ese nombre no se por que pero me acuerdo que eran las galletas de chocolates más deliciosas del mundo~ en estos momentos a Mateo ya le salían lagrimas de nostalgia, recordando lo especial que fue la señora Vainstein para él y para todos.

~Fue la mejor madre del mundo~ dice Manuel abrazando a Mateo.

~Sin duda~ Mateo empezó a recordar lo difícil que fue su infancia y lo bien que lo acogió la familia de Vainstein.

Mateo y Manuel, juntos desde los nueve años que se conocieron en ese parque de flores que sin duda se convirtió en el lugar favorito de ambos.

~Que mierda de vida hubiera sido si no te hubiera conocido~ le dice el menor al castaño.

~La mía hubiera sido igual, pero con mi otra mitad faltante~ Mato lo miro a los ojos y hizo un puchero de lo dulce y tierno que había sido ese comentario..

~Te amo mucho Manu~ el menor le dice en un hilo de voz.

~Te amo mucho mas~ el castaño abrazo a su pequeño novio por la cintura y el morocho lo abrazo por el pecho.

Así pasaron la tarde disfrutando del silencio y de la compañía del otro.

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"Encargarte de que sea muy feliz, y lleguen lejos no como pareja sino como personas que se aman"

Fueron las últimas palabras de la señora Vainstein, quien se las dedicó a Mateo su segundo hijo.

~Matu ¿qué pasaría si yo me fuera?~ preguntó el mayor desconcertando al morocho quien se separó de aquel abrazo para mirarlo a los ojos.

~¿A qué te refieres?~ le pregunta con el ceño fruncido.

~No lo se, digo , si yo me fuera lejos, lejos, lejos ¿tu me buscarías?~ le pregunta con miedo a su respuesta.

~Por Supuesto que si, te buscaría hasta la muerte~ le responde con una sonrisa sincera.

El castaño se alegro al escuchar eso.

~Ya es tarde ¿vamos a dormir?~ le pregunta el mayor

El morocho asiente aún con la duda de ¿que quiso decir con esa pregunta?.

Ya en la habitación que la pareja compartía se encontraba a Mateo con una camisa del mayor, y su bóxer Manuel estaba solo en bóxer.

~Hasta mañana mi princesa~ Mateo sonrió tiernamente ante el apodo de la niñez.

~Hasta mañana mi príncipe~ le respondió para así ambos dormirse abrazados y con una sonrisa en sus labios.

｡✩ 𝘗𝘰𝘥𝘳𝘪𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘳 𝘢𝘱𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘣𝘰𝘣𝘰𝘴 𝘰 𝘪𝘯𝘧𝘢𝘯𝘵𝘪𝘭𝘦𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘰... 𝘢 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘭𝘦𝘴 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘯𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘥𝘢𝘳 𝘴𝘶𝘴 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰𝘴, 𝘺 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘥𝘢𝘳 𝘦𝘴𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘺 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘶𝘯 𝘦𝘴𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘷𝘪𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴, 𝘺 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘢𝘴 𝘦𝘮𝘱𝘢𝘭𝘢𝘨𝘰𝘴𝘰 𝘮𝘦 𝘴𝘶𝘦𝘯𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘢𝘮𝘢𝘣𝘢𝘯 𝘦𝘴𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘺 𝘢𝘱𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘧𝘢𝘯𝘵𝘪𝘭𝘦𝘴. 𝘠 𝘤𝘰𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘦𝘴 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘦 𝘦𝘴 𝘮𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦✩｡