ＲＥＰＥＡＴ

¹3

Él, Draco Malfoy, fue colocado en Hufflepuff.

Hufflepuff.

¿Por qué? No lo sabe, ¿Cómo? Oh, eso sí que lo sabe. El mismo sobrero se lo dijo.

"Hum... Difícil. Bastante valor allí, lo veo. Bastante inteligente. Hay astucia, oh, vaya, sí, un gran futuro líder...
¿Dónde ponerte? Mm, Ah, gran lealtad; hay mucha lealtad. Trabajador, sin temor a ello... Sí, sí ¡Será mejor que te diviertas en... ¡HUFFLEPUFF!"

La cena pasó rápido y mayormente en silencio para él, a veces sus ojos se encontraban con los de Harry y se daban pequeñas sonrisas. Gran parte de sus nuevos compañeros de casa no parecían felices con su presencia en la mesa, lanzandole miradas incómodas y desagradables.

Los primer año de Hufflepuff siguieron a su prefecto, ¿truban?¿pursman?, Draco se quedó al fondo del grupo. Caminó arrastrando levemente los pies y en silencio mirando el piso.

Tres de los niños frente a él se detuvieron de repente, haciendolo chocar con uno de ellos. Cuando iba a disculparse sintió que lo empujaban y arrastraban hacia algún lugar.

—¡Hey!¡Sueltenme! —exclamó intentando zafarse del agarre

—Sí... No creo que lo hagamos, Malfoy

Siguió sacudiendose e intento recordar los nombres de los niños.

Zacharias Smith. Ese era el nombre del que acaba de hablar.

—Vas a pasar una buena noche aquí

Ernest Macmillian

—Buenas noches —dijo  con voz cantarina el último antes de empujarlo dentro de un armario y cerrar la puerta.

Wayne Hopkins

—Maldición —murmuró acercándose a la puerta, golpearla con el puño y gritar— ¡Déjenme salir!

—¡No! —le gritó Smith desde el otro lado— ¡Lo hubieras pensado mejor antes, Malfoy!

—¡Recuerda, no perteneces en Hufflepuff! —le siguió Hopkins

—¡Diviértete! —seguido de un golpe a la puerta y pasos apurados. Tal vez para no llegar tarde a cuando el prefecto muestre la contraseña.

Siguió golpeando y gritando con la esperanza de que alguien lo escuche. Después de un largo tiempo se cansó y se sentó divagando para si mismo.

—No puedo creer que dejara que me arrastran hasta aquí, no pensé que no les agradaría desde antes de conocerlos, ahora no tengo a Vince y Greg, ni siquiera a Harry conmigo, esto no hubiera ocurrido si Greg y Vince estuviesen aquí... Esto no pasaría si estuviera en Slytherin.

Suspiró acercando sus rodillas al pecho y apoyar su frente en ellas.

«Buenas noches, Draco»

—«Buenas noches, Harry»

—Estúpido, Harry ya se durmió y tú todavía no sales. Tal vez ya todos se durmieron. Los niños en serio pueden ser crueles. Esta vez no les hice nada, ni siquiera antes les había hablado demasiado.

Se paró para intentar abrir la puerta una vez más, golpeando y gritando por si alguien escuchaba.

—Esto no puede ser posible, no tendrían que poder cerrar una puerta —sentado nuevamente junto a la puerta siguió murmurando para si mismo—. No pueden hacer magia sin varita, las varitas de todos están en sus baúles.