Prólogo

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Corrí tan rápido como pude, mi corazón latía a mil por hora, la adrenalina recorría todo mi cuerpo. Jadeaba en busca de aire a medida que me acercaba al hospital.

Había recibido una llamada que derrumbo mi mundo en segundos, mi Giyuu chocó contra otro auto de camino a casa. La otra persona sufrió algunas fracturas en las costillas, espalda y brazos producto del choque.

En cambio Giyuu no había sufrido más que algunos rasguños, pero su cabeza se llevó la peor parte, se golpeó fuertemente haciendo que la sangre no tardará en salir.

No lo podía creer, hace tan solo unas horas él estaba tan bien, y ahora estaba en una camilla de hospital. No sé cuántas calles corrí desde mi trabajo hasta acá, pero realmente no me importaba.

Solo quería que Giyuu estuviera bien y que solo sea un mal susto. Apenas llegué su familia no tardo en darse cuenta de mi presencia, me acerqué cuidadosamente hacia ellos, con miedo de que me culparan de todo esto.

La hermana de mi novio, Tsutako, no dudó en acercarse a mí con lo ojos llorosos, me abrazó con fuerza mientras lloraba, correspondí su abrazo con la misma intensidad con la que ella lo hacía, pero sin llegar a lastimarla.

Sabito se hacía el fuerte, estaba cruzado de brazos y el ceño fruncido, pero en el fondo se que le duele tanto como a mí y Tsutako. Makomo también estaba ahí junto con Urokodaki, el abuelo de Giyuu.

El ambiente era tenso, Makomo me ofreció un café pero en esos momentos era lo que menos quería, solo quería saber el estado en el que se encontraba mi novio. Mis nervios no se van por más que intenté estar tranquilo, mi respiración es pesada, mi cuerpo sufre espasmos constantemente y me pican los ojos de tanto aguantar las lágrimas.

Ni yo mismo sé cómo no he llorado hasta ahora.

– ¿Familiares de Giyuu Tomioka? – preguntó un hombre, al escuchar eso solté un suspiro pesado y sentí como mi cuerpo se empezaba a calmar de a poco, luego de un rato esperando al fin salió el doctor.

– Somos nosotros. ¿Cómo esta mi hermano doctor? – todos nos acercamos mientras veíamos al doctor, el nos miró y nos regalo una sonrisa llena de tranquilidad, eso me alivió demasiado, pero aún estaba ansioso.

– Está estable, logramos saturar con éxito el corte que tenía en su cabeza, pero debe quedarse unos 3 o 4 días más, para asegurarnos que no hayan otras lesiones y para que pueda recuperarse correctamente.

Todos suspiramos aliviados, Urokodaki abrazó a Tsutako mientras que ella lloraba del alivio. Makomo se fijo en Sabito, quién tenía una sonrisa en su rostro demostrando su alegría. Yo también estaba aliviado pero había algo que me inquietaba y no sé que es.

– ¿Podemos pasar a verlo? – preguntó Makomo esperando una respuesta afirmativa, al igual que yo. El doctor asintió.

– Pueden pasar a verlo, pero no más de 5 minutos, para que pueda descansar. Espero lo entiendan. Esta en la primera habitación, a la izquierda.

Makomo asintió rápidamente y el hombre sonrió.

– Muchas gracias doctor, por todo y por cuidar de mi hermanito – Tsutako hizo una reverencia en señal de agradecimiento, al igual que todos nosotros.

– Oh, no se preocupe, despúes de todo es mi trabajo – soltó el hombre riendo un poco – Un gusto haberlos conocido, pero me tengo que ir, el deber llama.

Acto despúes el doctor se fue, dejandonos ahí pero mucho más aliviados. Lo único que quiero hacer es entrar por esa puerta y abrazar a mi Giyuu para no soltarlo más. Pedirle perdón por no haberlo protegido, despúes de todo yo lo prometí y no pude cumplirlo.

Solo tu y yo || GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora