Capítulo 01

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El sol pasaba a través de las cortinas muy temprano por la mañana, me removí un poco tratando de que este no me llegara directamente a la cara, pero fue en vano, ya me había despertado.

Solté un suspiro pesado y abrí mis ojos, tratando de acostumbrarme a la luz del día. Me fije en el espacio vacío que yacía a un costado mío, una tristeza me invadio, realmente extrañaba nuestra pequeña rutina, nuestra relación, lo extrañaba tanto.

Pero para mala suerte mía no me recuerda, negué alejando todos esos pensamientos de mi cabeza y me levante para hacer el desayuno, despúes iría a ver a Giyuu.

Hice aseo por toda la casa, porqué sabía que Giyuu llegaría en algunos días, y quisiera o no tendría que quedarse acá.

En la casa de Urokodaki no habían más habitaciones, además, toda sus cosas estaban acá, tengo la esperanza de que recuerde algo al llegar a casa.

Al llegar a la sala de estar no pude evitar mirar todas nuestras fotos juntos y de nuevo me deprimí. Era imposible no hacerlo, el amor de tu vida de un día para otro se olvida de toda su relación, de ti, de sus momentos.

No había rastro de mí en su mente.

Ahh, joder.

Lágrimas traicioneras bajaron por mis mejillas sin poder evitarlo, sollozos se oían por todo el departamento, no podía dejar de llorar.

Al final no desayune como yo quería. Luego de un rato estaba a punto de salir de camino al hospital, hasta que mi celular sonó, era Tsutako.

Me pareció un poco extraño, pero al instante pensé que tal vez algo malo le había pasado a Giyuu. Rápidamente tomé el celular con las manos temblando, rezando internamente que no fuera lo que pensaba.

– Hola Tanjiro – dijo Tsutako al otro lado de la línea telefónica, se escuchaba relajada, por lo que me tranquilice.

– Hola Tsutako, ¿Está todo bien? ¿Algo le pasó a Giyuu? – pregunté con cierta inquietud.

– Oh, no no, tranquilizate, Giyuu está bien, no te preocupes por eso – contestó la pelinegra rápido para evitar que yo me paniqueara más.

Suspiré pesadamente, pasando mis manos de forma brusca por mi cara.

– Entiendo, ¿Cómo están todos por allá? – dije para no ser tan grosero, cambiando un poco el tema que me tenía así de mal.

– Bien, ¿Y tú? ¿Pudiste dormir bien? – preguntó preocupada la femina, sonreí de forma inconsiente por su preocupación.

– Estoy bien, no te preocupes – respondí, aunque en el fondo sabía que no era verdad.

– Me alegro por ti Tanjiro.

De repente se formó un silencio entre nosotros, estaba dudando en decir lo que tenía pensado, pero de todas formas lo hice.

– No se que voy a hacer cuando le den de alta y tenga que venir a casa – solté con preocupación, ya me podía imaginar la reacción de Giyuu al ver todas nuestras fotos.

– Si quieres puede quedarse con nosotros – ofreció amablemente Tsutako, a lo que negué aunque no me viera.

– No, está bien, creo que lo ayudará a recordar algo y podremos revivir algunos momentos – respondí intentando convencerla para que no se lo llevará.

Hubo un silencio por parte de ella, parecía estar debatiendose si llevarlo con ella o dejarlo conmigo, hasta que finalmente respondió.

– Está bien, espero que Giyuu pueda recordar luego todo, no me gusta verlo así, especialmente a ti Tanjiro – esas palabras me conmovieron bastante, tanto que casi me pongo a llorar de nuevo ahí mismo.

Solo tu y yo || GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora