Stony: Secretario

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#Stony
#SteveAtrevido

—¡Secretario, a mí oficina, por favor!- Llamó por el comunicador.

De inmediato, entra a la oficina, un joven alto, rubio y de ojos azules, con unos pantalones azul marino ajustados, camisa blanca abierta en el pecho debido a que sus enormes pectorales le hacían imposible terminar de abotonarse que sostiene una lista y una pluma.

—¿Sí, Señor Stark?- el joven se sienta sobre una esquina del escritorio.

—¿Hizo el listado de compra que le pedí?

Steve revisa en su lista— No, jefe. Lo olvidé.

Tony suspiró— ¿Mandó el memo que le pedí?

Steve vuelve a revisar— No, jefe...- hace un puchero - ni siquiera se qué es...

Tony se sale de su escritorio y se para en frente de él, se pasa una mano por la cabeza— Bueno... ¿Al menos me organizó la junta con Doom?

Steve revisa y asiente eufórico—¡Sí jefe! Aunque le canceló a usted y me invitó a mí.

—¿¡Qué!?- Tony tuvo paciencia, Doom no era tan importante - ¿Organizó la reunión con los de Oscorp?

—Ay no, jefe. Le cancelaron.

—¿¡Cómo qué me cancelaron!?

Steve mordió su pluma mientras mira la lista— Sí, me citaron a mí, a las Vegas.

Tony suspira frustado, él sabía que era mala idea contratar un secretario tan sexy. Todo el tiempo era lo mismo, grandes empresas le cancelaban sólo por salir con su sensual secretario.

Cansado, dio un manotazo al escritorio, asustando al secretario— ¡Estoy harto! ¡Desde que llegó aquí no hace más que salir con mis socios! Yo, estoy a un punto de despedirlo.

Steve se paró del mueble, y se acercó a su jefe, haciendo más notable la diferencia de altura entre ellos, con el joven siendo más alto. Le hace un puchero —Jefe, lo siento mucho... yo, intento hacer mi mejor esfuerzo de verás pero todo me sale mal, y yo ya no sé qué hacer- mientras lo decía le había agarrado la corbata y se la alizaba, Tony se sintió adormecido de pronto, se separa de golpe.

— ¡Es que mire! ¡Mire mi oficina! Usted se encargó de decorarla, y es pésimo, ¡y mire ese cuadro de allá!- señala- ¡Está torcido!

Steve le sonrió- pues lo arreglo, jefe. Ya mismo- se acercó más a él, para hablarle bajito- Aunque, usted me tiene que decir si, arriba, abajo, a un lado o al otro, ¿sí, jefe?

Tony estaba rojo, y ya seducido por la voz de su secretario— ¿A- rri-ba o aa-bajo?- tartamudea avergonzado.

—Sí jefe- va a la pared, a acomodar el objeto— Dígame, ¿cómo lo quiere?

— Aa la izquierda- dice con la voz temblorosa.

Steve ni siquiera mueve el cuadro, sino la cadera en esa dirección— ¿Así, jefe?

Tony traga y se desacomoda la corbata- A la derecha- chilla.

Mueve la cadera— ¿Ahora sí?

El jefe se pasa la mano por la cara, para quitarse el sudor— Al centro- suspiró en un hilo de voz.

Las sensuales caderas del rubio le dan una muy buena vista, también se pueden apreciar su dotado trasero— ¿Jefe, le gusta?- no recibe respuesta - ¿Jefe...?- Steve se voltea— ¡Ah, jefe!

Tony está en el suelo, al parecer convulsionado por tanta sensualidad. Su secretario era un peligro.

...

¡Este será el primer corto de este pequeño libro! ¿Qué harían con un secretario así?

Cortos ❤Corazones enamorados❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora