Namjoon y Jimin caminaban tras su joven amo, vigilando su entorno, pues decidieron ir por calles poco concurridas para no llamar la atención.Aunque en estos momentos, cuando la noche estaba por llegar. Jimin no pudo evitar sentir miedo al recorrer esas calles que para su gusto, parecían haber cambiado.
—Joonie, no me gusta este lugar. ¿,De todos los atajos, por qué escogimos este?— Jimin se apegó al fuerte brazo de su novio. Temblando inevitablemente por el miedo que crecía en su interior.
—No temas, todos los atajos se ven así porque la luz del sol está por desaparecer y acá no usan muchos candelabros— trató de calmar a su tembloroso novio.
—Además, sólo nos pusimos a seguir al joven amo. Dijo que quería deshacerse de esa caja, por eso nos desviamos del camino— volvió a hablar al recordar cómo llegaron a ese callejón que no recordaba que existía en la ciudad.
Seokjin seguía caminando y caminando, tenía la mente ocupada en descubrir cómo deshacerse de lo que tenía en la caja que ya lo estaba cansando por lo pesada que era. La opción de dejarlo en algún basural, no le agradó en absoluto. Porque no eran cosas sin valor, quizás a otra persona le podía ayudar en algo.
En ese momento un fuerte viento los golpeó, provocando que las flores de Glicinias que estaban en los canastos, salieran volando; esparciéndose por los alrededores.
Jimin y Namjoon se sobresaltaron, corriendo tras ellas para acomodarlas nuevamente. Olvidando por completo a Seokjin, quién en medio de esa pequeña ventisca, encontró una peculiar tienda con ramas extrañas sobre esta. La apariencia de ser una tienda de antigüedades le llamó mucho la atención, ya que Seokjin era una gran aficionado al arte y sobre todo al de antaño.
Sin dudarlo y olvidando su propósito, ingresó a esa tienda. Tampoco notó que Jimin y Namjoon ya no estaban con él, porque al ingresar el aroma amaderado, más los colores cálidos del lugar lo hicieron sentir como si estuviera en casa. Como si estuviera en el lugar que siempre estuvo buscando, pero fue consciente de ello hasta verlo ante sus ojos.
—Buenas tardes, bienvenido a la Magic Shop, donde puedes intercambiar la tristeza por felicidad— un jovial joven apareció tras un mostrador impecable, con una brillante sonrisa en su rostro.
Seokjin se sorprendió al ver a alguien tan joven y hermoso, en un lugar lleno de reliquias.
—Buenas tardes— se limitó a responder, pues no había captado el mensaje del vendedor, por estar ocupado analizando los detalles.
Hoseok tuvo que fingir muy bien su molestia, pues ese humano no había reaccionado como esperaba. Normalmente los humanos se veían muy sorprendidos y esperanzados cuando escuchaban que podían cambiar la tristeza por algo de felicidad.
—Mi nombre es J-Hope, ¿en qué puedo ayudarle?— decidió seguir con su teatro, quizás su nuevo cliente sólo era un poco lento.
Además se notaba que estaba realmente interesado en su tienda, pues sus ojos viajaban maravillados de un lado a otro. Hoseok se sintió orgulloso por tener esa increíble colección que encandilaba a todo el que lo viera.
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◍╹Kim Atelier╹◍JinTae ◍
FanfictionJin, un sastre muy reconocido, sufre una dolorosa ruptura con quién tenía planes de boda. Cae en una profunda depresión, ya que nunca se imaginó que el amor de su vida terminara engañándolo con su hermano. En medio del caos, a su vida llega un divin...