D O S

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Erick Brian Pimentel Arista.

Hoy confirmo que la vida me odia y se preguntaran ¿por qué?, bueno la simple y sencilla razón que Joel ayer durmió conmigo, pero es pésimo para dormir, se mueve mucho.

¿Saben que es lo peor? que me tumbo en una de sus locuras con una patada y caí al suelo topándome con la maravillosa sorpresa que había un clavo, ¿adivinan donde cayó el clavito? bueno nada más y nada menos que en el talón de mi pie derecho.

Que por suerte se salió del susto.

Joder tío, pero esperen que eso no es lo único, cuando baje a la cocina me pegue en el ojo derecho con la puerta del refrigerador, el cual se inflamo un poco.

El mundo odia todo el lado de mi cuerpo derecho.

Y para acabarla son las seis en punto de la mañana, ¡¿quién en su sano juicio está despierto a esta hora?!

Decidí salir al patio trasero para pensar y asimilar todo lo que pasó ayer, pero mis pensamientos de salir fueron interrumpidos por una llamada en mi celular, el cual saque rápido para no despertar a Christopher que estaba dormido en el sofá - cama, frente a mí.

- Diga. - Conteste saliendo al patio trasero.

- Hola, buenos días, ¿el joven Erick Pimentel?

- Si, soy yo, ¿Qué se le ofrece? - Pregunté confundido.

- Le hablamos de la universidad autónoma de México, queremos saber si hoy mismo puede venir a presentar su examen a la carrera de Medicina. - Que alguien me pellizque si estoy soñando todavía.

¿Tampoco les dije?, bueno la universidad es una muy prestigiada que solo los estudiantes con un promedio de nueve punto cinco y buena conducta pueden entrar y también solo por sus maestros que los recomienden.

- Hoy mismo puedo ir, solo dígame la hora. - Mi felicidad hasta el cielo.

- ¿Puede ya mismo?

- Claro solo que estoy en pijama, ¿le importaría ahora a las siete? - Ropa formal y buena impresión, ante todo.

- Mire joven Pimentel nosotros queremos a los alumnos por sus capacidades no por cómo están vestidos.

- Perdón señor, ya mismo tomo un taxi y voy para allá. - Olviden la buena impresión, se fue volando.

- Aquí lo esperamos joven Pimentel, nos encantaría tenerlo como alumno. - Dicho eso colgó dejándome atónito con la noticia.

Yo estaba más que feliz, estudiaré en la universidad de mis sueños, la carrera que supongamos me hace feliz, ¿Qué más me falta para ser feliz?

¿Saben qué? olviden lo que dije, mejor vamos por mi plata para el taxi.

Entre a la casa para dirigirme a mi cuarto y agarro mi cartera que estaba una mochila colgada en la pared, salí del cuarto para dirigirme a la salida.

Tan rápido como salí de la casa apareció un taxi, me adentré en él y después de unos diez minutos llegué a la universidad con todo y pijama.

- Hola, buenos días. Soy Erick Pimentel y me llamaron para presentar un examen. - Dije llegando con la secretaria que estaba en la entrada.

- Oh, lo esperan en el salón de allá. - Dijo apuntando a una puerta.

- Muchas gracias. - Agradecí para luego dirigirme hacia la puerta y entrar no sin antes tocar y que autorizaran la entrada.

- Joven Pimentel, mucha suerte en su examen. - Sonreí como agradecimiento. - Puede sentarse ahí. - Apuntó a un escritorio que había detrás de él donde había una silla y una hoja encima de este. - Y después de terminar se puede retirar y nosotros le llamaremos si ha entrado a esta universidad. - Dicho eso se retiró dejándome solo.

P A P Á - [Joerick] Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora