𝗧𝗠𝗥: 𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲𝗿 𝗼 𝗠𝗼𝗿𝗶𝗿 (𝐓𝐡𝐨𝐦𝐚𝐬 𝐱 𝐎𝐜𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐱 𝐍𝐞𝐰𝐭)

Capítulo 1: El Área.

—¡No pueden hacerle esto!—. El hombre que estaba a espaldas de mí, podía notar a través del cristal que apuntaba a la señora pelirrubia. —Es sólo un niño, una vida inocente. ¡¿QUÉ ACASO NO LO ENTIENDEN!?

—Señor Lane, por favor, baje el arma. Usted no entiende que el paciente A1 es especial para esta cura.

—No...— Yo trataba de decir algo, pero por más que pegaba el vidrio para llamar la atención no servía, René Lane me estaba protegiendo. —Ustedes sólo están usándolos para atrasar lo inevitable. ¡Porque saben que no hay una MALDITA CURA!

—Entonces no me dejas alternativa.— Veo con horror como Ava alza una pistola guardada, apuntándole al señor Lane. —Deje al paciente A1 o me veré la obligación a dispararle.

—Su nombre es Lee, hija de...

Pero salté de mi lugar al ver con mis propios ojos como la sangre salpicó por todo el vidrio que me separaba de René, su cuerpo se estampó por el vidrio, apenas y pudo girarse para verme a los ojos. No podía moverme, no podía articular palabra, estaba paralizado del miedo.

—Sé... fuerte... Lee...

Otro disparo resuena por todo el lugar, cerré mis ojos al sentir como las lágrimas querían salir, caí de rodillas al suelo, desmoronándome dentro de esta maldita cápsula. Hasta que grité con todas mis fuerzas, ahora era una mar de lágrimas que estaba sacando desde lo más profundo de mi corazón.

(...)

—Voy a inyectarte este suero.— Dice René, acto seguido me inyecta ese líquido transparente en mi brazo derecho. Me quejé en silencio. —Tendrá algunos efectos secundarios que podrían durar un año. Recuerda eso, Lee.

Asentí ante lo que me decía con seriedad, siempre había tomado en cuenta sus palabras hasta la actualidad. El pelirrubio/castaño limpia la zona en donde me inyectó, para después poner una curita.

—Sabes que lo hago por tu bien, y por el bien de la humanidad.— Señala con un deje preocupado, hinchándose frente a mí ya que estaba sentado. —Eres la única esperanza que puede acabar con esto Lee. Y recuerda que CRUEL no es bueno, los harán creer que lo es pero no es así. Ellos sólo están sacrificando vidas inocentes para conseguir algo que no es curable. Pero TÚ harás esa diferencia.

Tragué saliva al escuchar aquellas palabras que seguían concientes en mi cabeza, desde antes sabía que era especial gracias a mi sangre, y René me mantenía a raya de lo que en realidad es CRUEL exactamente.

Limité a suspirar con pesadez, regalándole una sonrisa a mi cuidador, aunque creo que me había salido una mueca.

—Haré lo que pueda, René; salvaré a mis amigos como pueda.

El mayor sonrió de lado con orgullo, sentí después que me revolvió mi cabello negro que por el momento lo tenía corto, lo miré serio ya que no me gustaba aquella confianza, pero siempre René ignoraba eso.

—Siento que hayas pasado la mayoría de tu infancia aquí, pero ya sabes lo que digo.

Hace una pausa, entendiendo que completara la frase. —Las cosas pasan por una razón. Lo sé.

(...)

Me encontraba sentado en una mesa del comedor, a veces me gustaba estar solo para reflexionar las conversaciones breves que manteníamos René y yo. Estaba comiendo con aburrimiento hasta que siento una presencia sentarse delante mío.