Capítulo 11🌱

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La cueva estaba en silencio después de que los médicos y los Lan se marcharon, dejando solo a Wei Wuxian y Lan Wangji. La luz del atardecer se filtraba a través de la entrada, creando un ambiente melancólico y cálido.

Wei Wuxian se acomodó en su cama, sintiendo la debilidad que lo envolvía. Miró a Lan Wangji, que permanecía en pie junto a él, con el rostro serio.

—¿Cómo te enteraste? —preguntó Wei Wuxian, su voz apenas un susurro.

Lan Wangji lo miró, su mirada intensa y llena de preocupación.

—Wen Qing —respondió con brevedad—. Me envió una carta.

Wei Wuxian se sintió abrumado. La idea de que su estado se hubiera convertido en un tema de conversación, un motivo de preocupación para todos, lo llenaba de ansiedad.

—¿Y tú qué piensas? —inquirió, buscando la reacción de Lan Wangji.

—Preocupado —fue la única respuesta, pero en su mirada había más de lo que decía.

Wei Wuxian extendió su mano hacia él, tomando la de Lan Wangji y colocándola suavemente en su vientre. El ligero bultito era casi imperceptible, pero en ese gesto había una carga emocional enorme.

—Es un bebé —dijo, casi como un susurro—. No sé si estoy listo.

Lan Wangji no retiró la mano. Su mirada se volvió aún más intensa, como si estuviera intentando comunicar toda la gravedad de la situación.

—¿Qué pasará? —preguntó Wei Wuxian, su voz temblando—. ¿Si no soy un buen padre? ¿Si esto sale mal? ¿Que harán las demás sectas si se enteran? 

—No lo sé —respondió Lan Wangji, su tono simple pero honesto. No ofreció promesas vacías.

Wei Wuxian sintió cómo su pecho se apretaba. Las inseguridades lo invadían, y la culpa por arrastrar a alguien más a su dolor era un peso insoportable.

—No quiero que me veas así, Lan Zhan. No quiero que sientas que esto es una carga.

—No es una carga. —La voz de Lan Wangji era firme—. Es un regalo.

El silencio se hizo pesado entre ellos. Wei Wuxian se sintió pequeño, vulnerable, y la soledad de su situación lo abrumaba. La mano de Lan Wangji, cálida sobre su vientre, era un ancla, pero el miedo seguía presente.

—Te necesito —susurró, incapaz de contenerse.

—Estoy aquí y no me iré. —contestó Lan Wangji, su voz clara y sin adornos.

Wei Wuxian se sintió un poco más tranquilo, aunque el dolor de lo desconocido aún lo rodeaba. Sin embargo, las palabras de Lan Wangji, simples y directas, lo acompañaron en ese momento oscuro.

Lan Wangji palpa el vientre intentando sentir la vida que se estaba creando dentro. Logra sentir una ligera hinchazón. Con brillos en sus ojos mira a Wei Wuxian, el cual le sonríe de vuelta. "Hace poco lo noté, fue difícil de notar por su tamaño pero es una clara prueba que nuestro bebé está ahí, creciendo."

Lan Wangji, le abraza mientras susurra en su oído, "Gracias"

Wei Wuxian corresponde el abrazo, "Entre nosotros, no es necesario decir gracias o lo siento".

Wei Wuxian corresponde el abrazo,  "Entre nosotros, no es necesario decir gracias o lo siento"

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~Salvación~ Mo dao zu shiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora