18 | Llantos, una cuna y un incendio

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—Mira como duerme, parece un angelito —dijo Christopher enseñandole el bebé a Karina, madre del niño

—No quiero verlo —dijo moviendo su cabeza a otro lado para evitar al bebé—. Álejalo de mí

Christopher alejó al bebé de Karina y empezó a arrullarlo cuando el pequeño bebé comenzó a soltar leves sollozos.

—¿Por qué eres así? —preguntó Christopher de mal gusto—. Él también es tu hijo

—Sí, pero con parírlo ya hice suficiente —dijo de mala gana, muy convencida de la actitud que estaba tomando—. Ahí tienes al hijo que tanto querías, ahora vete —exigió con los brazos cruzados, viendo a Christopher–. Y si es necesario, búscale una madre que quiera hacerse responsable de ese ejendro

—Tú no tienes corazón —comentó negando con la cabeza—. Ni porque ya nació, te conduelas un poco de él. Te diría un montón de cosas pero por respesto a mi bebé, no lo haré

—¿Por respeto a que? ¿A esa mierda que tienes ahí en los brazos? —preguntó retando a Christopher y le sonrió— Wow, que gran escudo tienes —dijo en sarcasmo

El bebé empezó a llorar todavía más fuerte, como si de verdad pudiera comprender lo que su madre estaba diciendo y peor tantito, sentírlo.

—¡Eres una hija de tu...! —exclamó Christopher molesto, pero logro tranquilizarse ya que estaban dentro de un cuarto de hospital. No era un buen lugar como para discutir

—¡Dale! Sigue mentandome la madre, yo te la mentaría pero pues ya se murió —dijo Karina con burla y Christopher solo se quedaba callado, soportando cada insulto que aquella mujer con veneno soltaba. Cansado de oírla, decidió caminar hacia la puerta para así dejar  que la víbora siguiera esparciendo su veneno—. ¡Ojalá y el niño hubiera tomado el mismo destino!

Fue lo que Chris escuchó antes de cerrar la puerta. Agradecía al cielo que sería el último día en que la viera pero también maldecía aquella vez en la que se acostó con ella y entre los dos hicieron el "amor". Estaba feliz de que él solo criaría a su hijo, así no tuviera que sufrir con aquella mujer y él se encargaría de sacarlo adelante y hacerlo feliz, protegerlo de todo así como Richard alguna vez lo hizo por él.

Hoy era el día en que daban de alta a Thiago, su bebé de 2 días de nacido. Feliz por la noticia, firmó algunos papeles, tomó la pañalera y con bebé en brazos salió del hospital y llegó al auto para acomodar bien a su hijo en su portabebé que tenía decoraciones de carros pequeños. El niño había controlado su llanto y quedó dormido profundamente mientras su padre estaba al volante. Una nueva vida comenzaría para Christopher y estaba más feliz que comenzarla con su hijo, su primogenito.

Por otro lado, unos traviesos niños y adultos distraídos se encargaban de decorar la sala para la que sería la bienvenida a Thiago a su querido y ruidoso hogar. Mientras que Zabdiel y Joel colgaban globos con listones pegados a la pared, Erick intentaba poner el letrero de "Bienvenido a casa".

—¿Así esta bien? —preguntó Erick quien jalaba el cartel desde arriba de una silla mientras que el otro extremo del cartel estaba pegado con un hilo grueso  en la pared

—¿Vienbenido a saca? —leyó Zabdiel— ¡Erick! ¡Eso está mal! Que pésima ortografía tienes

—En lugar de regalarte ese libro de chistes malos, te hubieramos regalado un diccionario —comentó Joel quien se acercaba junto con Zabdiel a arreglar el letrero

—¿Cómo el libro de inglés para tontos que tú tienes? —preguntó Erick en su defensa y lo peor de todo es que así se llamaba el libro

—¡Papá! —gritó Zabdiel— ¡¿Cómo van con la cuna?!

—¡Bien! ¡Tu tío Josh ya terminó de armarla! —gritó desde el cuarto que ahora sería de Thiago—. Deberíamos poner un peluche adentro para ver que tan resistente es

—Oh si —susurró Josh y tomó el caballito azul de Joel que descansaba en la repisa junto con otros peluches que según Erick, cuidarían del nuevo bebé

Pero en cuanto pusieron el peluche, la cuna se desarmó toda.

—Que bien la armaste, mi suggar daddy constructor —comentó Richard en sarcasmo

—No entiendo nada —dijo Josh tomando el instructicl—. Seguí las indicaciones al pie de la letra —golpeó una de las hojas

—¡El instructivo está al revés! —exclamó Richard mientras volteaba el instructivo—¿Acaso te caíste de la cama de pequeño?

—No, hace 3 días —respondió Josh con toda sinceridad y sobandose el trasero—. Aún duele

—A ver, trae pa acá —le arrebató el instructivo—. Ahorita vemos como se arma esta wea. No es posible que una cuna nos gane a 2 hombres inteligentes

—¿Y dónde están esos 2 hombres inteligentes? —preguntó Josh en sarcasmo para luego recibir un golpe de Richard

—¡Papá! —llamó Joel desde la puerta—. Tenemos un pequeño problema con el pastel

—¿Por qué hicieron un pastel? —cuestionó Josh soltando una de las tablas y esta cayó en el pie izquierdo de Richard— Como si el bebé se lo pudiera comer

—Es para Chris, para celebrar que es papá —respondió Richard quitándose de la mala gana la tabla

—En ese caso le hubieramos hecho un baby shower —concluyó Josh y Richard solo lo miró mal

Richard dejó a Josh a cargo de volver a armar la cuna y que esta vez si quedara bien. Joel y su papá fueron hacia la cocina en donde Erick y Zabdiel se estaban aventando harina.

—¡¿Qué es lo que sucede aquí?! —exclamó Richard quien no tardó en recibir una apuñalada de harina en el rostro

—¡Zabdiel no me deja ponerle la cascara de huevo a la mezcla! —contestó Erick aún aventado harina hacia su hermano mayor

—¡Es por que la cascara no se pone, pedazo de retrete barato! —exclamó Zabdiel haciendo lo mismo que Erick

—La cascara no se pone, se tira —dijo Richard tomando las cascaras y depositandolo a la basura

—¡Pero si es parte del huevo! —reclamó Erick

—¡Que no se pone, chingadamadre! —exclamó Joel ya molesto

—Chicos, me clave un clavo —dijo Josh apareciendo con uno de sus dedos ensagrentado y con el clavo en él

—Pero ¡¿Cómo es posible?! —preguntó Richard ya todo cansado, tomando servilletas para luego quítarle el clavo y limpiarle el dedo a Josh

—Digamos que confundi la tabla con mi dedo —contestó Josh con una sonrisa de pendejo

En eso tocan la puerta y Joel va abrir. Era Chris con su niño llegando a casa

—¡Thiago! —exclamó Joel con felicidad—. Es muy lindo, es como un mini chris

—Gracias hermano

Todos los demás se acercaron para darle la bienvenida al pequeño bebé que seguía descansado en los brazos de su padre.

—¿Seguro que pueden hacerce cargo del bebé? Son hombres, temo que terminen aventando al niño por la ventana —dijo Josh y Joel ahogó un grito de ofendido

—¡Machista!

—Eso no creo que sea machismo —susurró Erick

—Callate el hocico —le susurró Joel

—Porfavor. Saqué adelante a mis hijos ¿Qué no podamos todos juntos sacar adelante a ese bebé? —cuestionó Richard

—¿Huele a quemado? —preguntó Christopher y todos empezaron a oler

Se giraron y vieron que la cocina estaba en llamas

—¡¿Por qué se está quemando?! —preguntó Josh todo alarmado

—¡Erick, te dije que solo pusieras a hervir el agua! —reclamó Richard








UN PAPÁ Y 4 ARTISTAS | RICHARD X CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora