17 | Una platica y bienvenido al mundo

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—¡ERICK ES GAY! —gritó Joel y todos pararon de discutir

—¡No es cierto! —gritó Erick— ¡Joel es él Gay, yo no!

—¿Eso es cierto Joel? —preguntó Richard

Joel lo miró con lágrimas en los ojos y asintió. Se sintió mal y decidió correr y encerrarse en su cuarto.

—¿Ese era el secreto por el que tanto discutían? —preguntó Zabdiel viendo a Erick y el menor contestó con un simple sí

—Debo irme al hospital, mi bebé está apunto de nacer —dijo Christopher guardando su teléfono en su bolsillo

—Vamos contigo —dijo el tío Josh

—Yo me quedo a platicar con Joel, ustedes vayan con Christopher —decidió Zabdiel

Richard, Erick y el tío Josh corrieron junto con Christopher hacia el hospital. Alparecer el pequeño bebé le gustó nacer justo en ese preciso momento donde en la casa Camacho se desataba una discusión

Por otra parte, Zabdiel al quedarse solo, fue a tocar la puerta de su hermano del medio y este entre sollozos, abrió la puerta. Zabdiel extendió sus brazos y atrapó a su hermano en un abrazo mientras este ultimo, lloraba desconsoladamente.

El salir del closet no era una tarea sencilla para todas aquellas personas que querían mostrarse al mundo y gritar lo que eran, a lo que amaban. Joel tenía mucho miedo de confesarse, ya que Erick muchas veces lo había atormentado con la idea de que Richard iba a rechazarlo. El miedo a ser la desgracia, la decepción de su padre, recorría todas las noches dentro de su cabeza

—Perdón Zabdiel... perdoname... no quería decepcionarlos —Joel suplicaba entre lágrimas sin poder controlarse. Zabdiel se separó de él y negando, limpió sus lágrimas

—No tienes porque pedir perdón. No decepcionaste a nadie, ¿Quién te hace creer que lo hiciste?

—Erick, él dice que por ser bisexual ustedes me correrían de la casa y me odiarían de por vida —sollozó—. Yo no quería decepcionarlos, perdón

—Erick es un escuincle que no sabe nada, no debiste hacerle caso y guardar ese secreto todo este tiempo. Debiste haber confiado en mí...en mi papá para platicar sobre este tema. El ser bisexual no debe ser algo que tenga que ocultarse ni el porque te debas sentir culpable, tú eres así y nosotros te seguíremos queriendo de la misma forma que lo hemos hecho desde siempre. No mataste a nadie como para que te "odiemos de por vida". Eres mi hermano, eres una persona a la que adoro y por la cual estoy orgulloso —limpió una vez más las lágrimas que corrían en la mejilla de su hermano—. No llores más, no te sientas mal por lo que eres, mal debería sentirse Erick por no aceptarte como eres. Tú sé como eres... total...¿A quién le importa lo que hagamos mientras seamos felices?

Joel sonrió levemente y levantó su mírada.

—Gracias Zab, no eres tan malo después de todo

—Yo sé que cometo errores, pero siempre estaré para ustedes —ambos sonrieron

—¿Podrás perdonar a Christopher? Yo confío en que él ya cambió

—Lo perdonaré, te lo aseguro —contestó Zabdiel con una sonrisa que hacía ver esos lindos hoyuelos

Después de eso, llamaron a un taxi para que los llevaran al hospital. Su sobrino o sobrina no tardaba en nacer y tenían que estar presentes para cuando eso pasara. Pero algo sucedió que ellos no se dieron cuenta.

—Doctor ¿ya nació mi bebé? —preguntó Christopher con los nervios de punta

—Ya nació, es un varón. Felicidades —contestó el doctor y todos en la sala gritaron de emoción

—¿Cómo está? —preguntó Richard acercándose a su hijo

—Está en perfectas condiciones. Pesa 2 kilos y 538 gramos,  nació sin ninguna dificultad y no presentó ninguna enfermedad o problema respiratorio

—¿Podemos conocerlo? —preguntó ahora el tío Josh acercándose a su amigo y sobrino

—¡Claro! Acompañenme

Los 3 adultos y Erick siguieron al doctor al cuarto en donde había encubadoras y varios bebés descansaban ahí. Christopher buscó a su niño y lo encontró con ayuda del doctor. Era un bebé de piel clara, con labios rosados, pequeño y un tanto flaco. Su cabello color café y movía lentamente sus piernas y sus manos. El doctor dejó pasar a Christopher y con cuidado, le entregó a su hijo para que lo cargara.

Al sentir como su pequeño bebé se retorcía un poco, las lágrimas amenazaron en salir y no tuvieron piedad en cuanto uno de sus dedos fue tomado por la mano del más pequeño. El mundo se detuvo por un momento, era un hermoso encuentro. Por fin tenía a su bebé en brazos. Nunca se imagino ser papá a la edad que tenía; pero al ver a su bebé, no se arrepentía de nada.

Besó la frente de su hijo y puso su mano arriba de sus ojos para darle sombra y poco a poquito el bebé fue abriendo sus ojos. Al tenerlos completamente abiertos, las lágrimas volvieron a atacar a Chris y sonrió como nunca antes lo había hecho.

Suspiró y con mucho valor para que las lágrimas no le ganaran. Le dijo en un susurro a su hijo

—Hola mi bebé, yo soy tu papá


UN PAPÁ Y 4 ARTISTAS | RICHARD X CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora