JJ estaba sentado en la tabla mientras la chica remaba, aunque debería ser al contrario. El rubio le había dicho que tenía las fuerzas bajas y había aprovechado para encenderse un cigarro mientras que Leah hacía todo el trabajo. Aún así, estaban pasando un rato agradable, aunque Leah se había caído un par de veces, provocando la gran carcajada de JJ que sólo ella podía sacar. Le iba haciendo cosquillas en los pies, por lo que hacer equilibro era muy difícil. La tarde era agradable, paseaban mientras su hermano, Kiara y Pope hacían surf. El sol caía a sus pies y el cielo estaba teñido de diferentes tonos de rosa y naranja, dejando un espectáculo a la vista. Era algo que solían hacer a menudo, pero el cielo nunca había estado tan bonito. Además, estaba acompañado de las bromas y anécdotas de su mejor amigo, por lo que era todavía más agradable.
—Entonces, ¿no quieres una caladita? —preguntó, alzando el cigarro de marihuana.
—No JJ, no me gusta poner mi cuerpo al límite —suspiró ella, sentándose en la tabla, cansada—. Es malo para tu salud.
—No es necesario que te pases todo el día haciendo cosas de frikis. Puedes relajarte.
—¿Cosas de frikis? —arqueó una ceja, cruzándose de brazos.
—Toda esa mierda de leer, ayudar a los animales y ser voluntaria en la perrera. Siempre haces lo mismo.
—Bueno, intento hacer de este mundo un sitio mejor e intentar frenar el daño de los demás, lo siento —se levantó y comenzó a remar hacia la orilla de nuevo.
—¿Te has enfadado? No lo he dicho en serio, pelirroja —sonrió inocentemente, pero ella solo rodó los ojos—. Te admiro por todas esas cosas, de verdad que lo hago.
Ella sonrió y le sacudió el pelo, dándose por vencida. Cuando llegaron a la orilla cogieron unas toallas y se tumbaron en la arena, alejados de los demás, que seguían haciendo surf. Leah se había traído un libro que le regaló Kiara hace unas semanas y comenzó a leerlo mientras JJ se fumaba otro cigarro. Casi se había acostumbrado al olor tan fuerte que desprendían esos cigarros, a pesar de que siempre protestase por ello, el chico lo ignoraba por completo.
—¿Qué lees? —apoyó la cabeza en su hombro, asomándose.
—Jane Eyre.
—¿Jane Eyre? Nunca he oído hablar de él.
—Eso es porque jamás prestas atención en las clases de literatura.
—Hmm, la verdad es que no.
—Te pierdes un maravilloso viaje hacia la lectura.
El rubio no dijo nada más y volvió a mirar al cielo. Leah era la persona más inteligente que conocía, amaba leer y siempre estaba adelantada en todas las clases. Era incluso más empollona que Pope, y eso ya era difícil. Pope vivía por la beca que le habían ofrecido. A Leah también le habían ofrecido una Beca, fuera del país. En realidad, le habían ofrecido varias. Quería irse a estudiar a Nueva York, pero eso estaba demasiado lejos de su hermano y no sabría si podría soportarlo. Estaban muy unidos, más aún después de la muerte de su padre. Se habían quedado solos, huérfanos. Tenían que salir adelante solos y si en cualquier momento faltase uno, estarían todavía más solos.
—Leah, vámonos —avisó su hermano, que ya se había secado a unos metros suyos.
—¿Ya? —hizo un puchero, pero se levantó de la toalla, estirando una mano al rubio para que se levantase—. ¿Duermes en casa?
—Sí, supongo. ¿Hay un hueco para mí?
—Sabes que sí, rubio.
JJ sonrió ampliamente y los tres chicos se despidieron de Pope y Kiara para dirigirse a la cabaña. Allí, Leah se encerró en su habitación, a escasos metros del salón. La cabaña era bastante pequeña, pero con todo lo necesario. Aunque, después del huracán Agatha, prefería haber estado unos cuantos días viviendo en Figure Eight. No pudo ducharse durante tres días. Qué asco.
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pshyco | rafe cameron
Fanfictionluchar contra la corriente. Eso es todo lo que hacía Leah con Rafe, pero después de todo, todos merecen a alguien que le quiera. Y ese alguien podría ser ella para él. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀donde Leah se acerca ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ a un Kook ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ò ⠀⠀⠀...