Capítulo I

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07:00 a.m.

Sonó la melodía del despertador, una muy enérgica Uzume se levantó y lo apagó. Ella miró en dirección a la cuna que tenía al lado de su cama y admiró allí al bebé que estaba durmiendo.

- Primero me prepararé y despúes te despertaré a ti, pequeñín - dijo sonriendo mientras daba leves caricias en la pancita gordita del retoño.

Uzume cogió de su silla el uniforme del instituto y se lo puso. Consistía en una camisa de manga corta blanca, una falda corta azul marino y sus medias del mismo color que su piel, ¿que por qué llevaba medias y no calcetines como las demás de sus compañeras? Tenia una cicatriz que le recorría toda la pierna derecha. A ella no le importaba su cicatriz, pero para evitar tener miradas raras y cuchicheos innecesarios, prefería llevar medias.

Después de asearse en el gran lavabo que compartía con su familia, volvió a su habitación.

- Hey, mi amor, es hora de despertar - con voz dulce, la chica intentaba despertar a su hermanito de apenas casi un año.

El bebé abrió lentamente sus ojos y Uzume pudo apreciar sus ojos ámbar.

- Hola, mi amor, ¿has dormido bien? - la chica cogió en brazos a su hermano y le dio un sonoro beso en su regordeta mejilla.

- Sí... - más bien fue un suspiro que una palabra, pero Uzume entendió.

- Me alegro, cariño - le dejó encima de su cama - Ahora te pondré tu ropa.

Mientras la chica le ponía la parte de arriba del uniforme la señora Kaigo-sha entró en la habitación.

- Buenos días, mis niños.

- Buenos días, señora Kaigo-sha - le saludó Uzume.

- Días, Sha-sha - balbuceó el pequeño.

- Oh, mi hombrecito, ¿ya te encuentras mejor? - la señora cogió una de las manitas de Inari y jugó con ella.

- Eso parece, está noche no ha llorado y las veces que me he levantado para comprobar su fiebre me han llevado a la conclusión de que mi bebé ya no esta enfermo, ¿verdad que no, precioso? - acabó de ponerle el calcetín izquerdo, lo cogió en brazos y empezó a llenarle de besos su cara.

- ¡No! - dijo feliz Inari, sonriendo y enseñando sus ocho dientitos.

Se escucharon por el pasillo varias pisadas de niños corriendo y al poco tiempo aparecieron dos de sus hermanos pequeños en la puerta.

- ¡Uzume! ¡Uzume! ¡El desayuno ya está listo! - dijo Hana.

- ¡El señor Kaigo-sha ha preparado huevos revueltos! - dijo Egao, emocionado.

- ¡Sí, sí! ¡Venga rápido! - Hana entró a la habitación y cogió la mano libre de la adolescente.

- Vale, vale. Tranquilos, que ya voy - Uzume les habló con cariño. Los cinco bajaron las escaleras y fueron al comedor.

- ¡Buenos días, Uzume e Inari! - sonrieron los treinta niños sentados en sus sititos.

La chica rió - Buenos días, mis niños.

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

08:10 a.m.

Los hermanos Kai iban caminando en dirección a la que sería la guardería de Inari durante los próximos 5 años.

- Tienes que portarte bien, ¿vale? Cuando acabe mis clases iré a buscarte y después iremos a la tienda de chuches para comprar golosinas a nuestros hermanos - dijo la chica mirando a Inari en sus brazos.

Tragedy [Libro 1 IE] [SAGA UZUME]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora