Tragedy [Libro 1 IE] [SAGA UZUME]

Capítulo II

08:46 p.m.

- ¡Estáis hechos unos salvajes de primera! - replicaba la única chica que había allí - ¡¿Cómo podéis entrenaros así?! ¡Vais a acabar lesionados antes del partido, y ni si quiera somos once jugadores aún! - puso los brazos en jarra y miró al equipo tirado en el suelo.

- Oye, pero... - Jack habló - ¿Tú quién eres?

A Uzume le recorrió una gota de sudor por la sien.

- Soy Uzume Kai, estudiane de segundo, vuestra nueva gerente - sonrió.

Todos se quedaron en silencio mirándola.

- Oye, que soy una persona normal y corriente, no una obra de arte - dijo molesta.

- Podrías serlo... - murmuró Kevin.

- ¿Eh?

- Que un placer - soltó una risa nerviosa. Uzume suspiró.

- Bueno, no hace falta que os presentéis ni nada, Nathan me ha dicho quienes sois mientras veníamos para acá, así que... ¡Levantad el culo y poneos en fila para que os cure las herdias! - ordenó la adolescente.

Rápidamente todos se pusieron en una hilera y Uzume iba curando a los chicos con algodón y agua oxigenada.

- ¿De dónde has sacado eso? - preguntó Timmy.

- Siempre lo llevo encima, mis hermanos suelen ser muy revoltosos y tienden a hacerse daño, así que me acostumbré a llevarlo por precaución - respondió mientras le ponía una tirita en la rodilla izquierda.

- No sabía que tenías hermanos, Uzume - Nathan la miró.

- Oh, sí. Tengo bastantes - le miró y sonrió. Él le devolvió la sonrisa - Bueno, esto ya está. Ahora todo el mundo para su casa que es la hora de cenar.

 - ¡Sí! - gritaron todos y se fueron, solo quedando Mark, Nathan y Uzume.

- Muchas gracias por curarnos Uzume y, a ti también Nathan por unirte al club - el capitán sonrió a sus compañeros.

- Gracias a ti Mark, presiento que esto va a ser divertido - objetó el chico de pelo azul.

- Sip, muchas gracias capitán - correspondió Uzume, sonriendo.

El castaño parecía apunto de llorar - Pero... ¡Que buenos sois amigos! - los abrazó por los hombros, quedando él en el medio, Nathan a su izquierda y Uzume a su derecha.

La chica y el de pelo azul se miraron y rieron.

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09:10 p.m.

Uzume y Nathan iban caminando de regreso a casa. En ese momento, la chica se acordó de lo que le dijo la señora Kaigo-sha.

- Nathan, ¿quieres venir a casa a cenar? - preguntó.

Él la miró - Bueno, no creo que quieras que vaya todo sudado, ¿no?

- Puedes ducharte en mi casa, tranquilo. También te podemos dejar ropa para que te cambies, tenemos un montón y realmente nunca sobra - rió nerviosa.

Nathan sonrió al verla reír, se notaba a kilómetros que está enamorado de ella - Pues, iré encantado.

- ¡Bien! Mi casa está por...

- ¡¡Uzume!! - gritaron unas vocecillas.

- Oh, no... - la chica dijo con miedo.

Su amigo vio como varios niños fueron corriendo hacia ella y le abrazaron.

- Niños... me dejáis sin respiración...

Los pequeños se separaron de su hermana mayor y miraron a Nathan, dándose cuenta de su presencia. Pestañearon dos veces.

- ¡El novio de Uzume! - gritaron.

Los dos adolescentes se sonrojaron.

- ¡¿Qué?! ¡No! ¡Él es Nathan! ¡Un amigo! - gritó nerviosa, recalcando la palabra "amigo". Un gran golpe bajo para el peliazul.

- Sí, chicos. Sólo soy amigo de vuestra hermana, nada más - corroboró él - Como a dicho Uzume, soy Nathan, un placer conoceros - levantó una mano en forma de saludo.

Los niños volvieron a pestañear dos veces y rápidamente se pusieron en una hilera, se inclinaron.

- Yo soy Egao, un gusto -  se presentó un niño de tez morena y pelo chocolate.

- Yo soy Hana, un gusto - saludó una niña de tez morena y pelo azul marino.

- Yo soy Toshio, un placer - sonrió un niño de tez blanca y pelo verde oscuro - Somos hermanos de Uzume.

- Oh, si que sois muchos en casa entonces - Nathan sonrió.

- ¡Sí! ¡Somos treinta y cuatro! - gritó Hana con emoción, cerrando sus ojitos.

Nathan quedó en shock. "Creo que lo hemos roto" pensó la chica mayor.

- Mejor entremos a casa y así lo entenderás Nath, jejeje - Uzume lo cogió por los hombros guiándolo, mientras se le caía una gotita por la sien.

Todos entraron por la puerta y fueron al enorme salón de la casa.

- Señora Kaigo-sha, ya estamos aquí - llamó la adolescente.

Al instante, de la cocina salió la mujer.

- Buenas noches, cariño - miró a Nathan - Tu debes ser el amigo de nuestra niña mayor, ¿cómo te llamas, querido?

- Soy Nathan Swift, señora. Un placer - se inclinó.

- No hace falta tanta formalidad, Nathan. Los amigos de Uzume son mis hijos también - la mujer sonrió simpática.

- Ehm... - el chico miró a su compañera. No podía creerse que una sola mujer hubiera podido tener a tantos hijos.

- ¿Aún no te has dado cuenta? - le preguntó.

- No...

- Somos huérfanos, Nathan. Estamos en un orfanato.

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