Wanda Stevens siempre fue una persona muy apegada a la monotonía mientras más alejada de lo sobrenatural mejor para ella.
Pero con la llegada de unos alienígenas que amenazan con destruir la tierra no puede evitar involucrarse, especialmente cuando...
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𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎
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𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐬𝐞
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𝖤𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈𝗌 𝖴𝗇𝗂𝖽𝗈𝗌, 𝖦𝗈𝗍𝗁𝖺𝗆 𝖢𝗂𝗍𝗒, 𝟣𝟫𝟫𝟩
Al cumplir ocho años James y Wanda pidieron un viaje familiar a Europa como regalo de cumpleaños, ese mismo día había aparecido en la televisión una propaganda que mostraba ese lugar desconocido para ambos. Por lo que a sus padres se sorprendieron al escuchar, un día antes de su cumpleaños, lo que ellos querían.
Ahora, dos años más tarde, sus padres habían ahorrado lo suficiente para estar en Europa por dos semanas, incluyendo el lugar, comida, y por si se querían darse un gustito. ¿Costo?, si bastante, pero valió absolutamente la pena al ver como los ojos de sus preciados hijos adquirían aún más brillo. Pero los adultos tenían que admitir que fue difícil, ya que ellos no vivían y trabajan en la ciudad, sino más bien a las afueras de esta, en un pequeño pueblo.
Un pequeño pueblo, que ellos no cambiarían por nada.
El sonido de una bocina sonando afuera le saco a una sonrisa a la pequeña de la familia de cuatro. Wanda se encontraba en un estado de éxtasis, contagiando a su hermano James de paso. Por lo que, al escuchar el grito de su madre, corrió con una sonrisa hasta su hermano para ir ambos hacia el sonido.
─ ¿Emocionada? ─ le preguntó el pequeño James con una sonrisa hacia su hermana, él al verla asentir emocionada coloco su brazo en los hombros yendo hacia el auto.
─ ¿Qué estaban haciendo par de revoltosos? ─ le preguntó su madre al verlos salir tan sonrientes, ya que cada vez que veía esa sonrisa era porque tramaban algo.
─ Nada─ dijeron a la vez provocando que su madre soltara una pequeña risa, con un gesto les dijo que se subieran al auto que ellos acotaron sin dudar.
Apenas subieron, ambos se abrocharon el cinturón de seguridad y en apenas unos segundos su madre se sentó en el asiento del copiloto. Wanda balanceo sus pies al mismo ritmo que James, ambos emocionados por estar yendo al aeropuerto.
Pero ¿Quién le iba a avisar a la pequeña familia que iban a volver sin un miembro de la familia? Ninguno estaba preparado para lo que vino a continuación. A mitad de camino un auto se colocó enfrente del auto familiar y al tratar de esquivarlo, el patriarca giro el volante provocando que el auto se cayera en el pequeño acantilado.
─ Alguien va a venir─ susurró su madre temblorosa con lágrimas en los ojos viendo la rama que había atravesado a su esposo.
─ ¿Qué es eso olor? ─ la voz del pequeño James se escuchaba en un susurro, se encontraba con un increíble dolor de cabeza, pero tenía que ser fuerte, su hermana melliza se encontraba a su lado llorando, y con sangre.
La mujer retuvo un sollozo al sentir el olor del aceite, tenía miedo por sus hijos. Recordó lo que le costó a ella y a su esposo lograrlo, no podía perderlos. No ahora que eran lo único que le quedaba, por lo que utilizo su último recurso.
─ Si desean algo, se va a cumplir, niños─ dijo la mujer. Y en ese momento ambos desearon que alguien viniera, pero Wanda también deseo que el auto no explotara. La pequeña sin darse cuenta había escuchado lo que su madre pensó, y como dijo su madre.
Su deseo que cumplió.
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Un prologo cortito pero conciso jsjsj
Espero que les haya gustado, la verdad tenia ganas de hacerlo un poco más largo pero la verdad no se me ocurría como. Así salió esto.
