Number 1 fan ~ Corbyn Besson

Capítulo 10: Que la fiesta continue



POV Corbyn

Miré como la nuez de Mae se movía mientras bebía cocacola.

Ella me devolvió la mirada y bebí un buche de tequila que había en mi vaso.

— ¿Qué bebes?— me preguntó.

— Tequila.— dije moviendo ligeramente mi vaso.

— Ah.— se limitó a decir.

La ví poner una mueca.

— ¿Qué pasa?

— Duele... Voy a por la pastilla...

— Espera voy por agua.

— Espero que no sea vodka, no me emborraches.

Reí un poco, entré a la cocina y llene un vaso de agua.

— Uy, uy, que de agua.

— ¿Me he pasado?

— Un poco, no pasa nada, me la bebo.— se trago mas de medio vaso de un trago.

Después abrió un pequeño paquetito sacó una pastilla y la echó en el vaso.

— Ohh... ¿Estáis jugando al quimicefa?— preguntó Zach.

Mae rió un poco.

— Disuélvete ya coñooo...— Se quejó segundos después mirando mal a la pastilla.

Reí un poco, ella levantó la mirada y me sonrió.

— ¡Aleluya!— dijo y se bebió el agua con la pastilla de un sorbo, al tragar le dió un escalofrío cerró los ojos y sacó la lengua haciendo una mueca de asco- Ew...

Reí de nuevo.

Miré el reloj 18:00

— ¿Quieres meterte en la piscina?

— ¿Qué hora es?

— Las seis.

— ¡Merienda!— dijo como una niña pequeña.

— Tienes cinco años mentales.— le dijo Carol.

— No es cierto.— contestó y le sacó la lengua.

— Toma.— Alex le extendió un paquete de galletas de esas que tienen una base de bizcocho, mermelada de naranja y por arriba chocolate.

Tenía una nota.

Ella la leyó en voz alta.

— Espero que no mates a nadie. I.— puso una sonrisa.— Y me manda las de naranja el cabrón, sabiendo que no me gustan.— ahora puso una cara triste.

Abrió el paquete, sacó una galleta y la apretó un poco, lo justo para quebrar el chocolate y quitó un trozo de este.

— ¡Ajá! ¡Te pillé!— dijo victoriosa.— Son de frambuesa, es que este también es tonto.

— Mae, lleva más de un año haciendo lo mismo y te lo sigues creyendo.— dijo Alex divertido.

— Cállate.

— ¡Aún puedo hundirte en la piscina!— amenazó Mae.

— Tranquilidad.— Carol pusó sus manos sobre los hombros de Mae.

— ¿Me das una?— preguntó Lauren.

— No.— le respondió Mae con una sonrisa.

— Había que intentarlo.— dijo Lauren con las manos en alto en signo de rendición.