Los chicos de Why don't we buscaban un cuerpo de baile para sus próximos conciertos.
Mae trabajaba en esa industria mientras estudiaba.
Ashley le recomendó a Corbyn que investigara sobre la bailarina.
¿Qué pasa si Corbyn se enamora de ella?
#1corbyn...
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POV Marina
Es el día en que Nils llega a Los Ángeles y hemos hablado sobre quedar.
A nuestros managers les ha parecido bien, así que hemos seguido adelante con nuestros planes.
Vamos a quedar cinco días por la tarde.
Es decir, si hoy es lunes, vamos a quedar de martes a sábado por la tarde, le voy a presentar a mis amigos y hemos propuesto leer fragmentos de Antes De Diciembre.
Por eso hoy, Corbyn, va a estar pegado a mi, como si de una lapa se tratase.
Estamos en su casa, porque además de querer estar conmigo está enfermo y hay que cuidarlo.
Es un catarro de nada, pero Jonah me ha dicho textualmente que seguramente no haga ni caso de lo que le ha dicho el médico y me ha pedido que lo supervise.
Y eso estoy haciendo, vigilar a un chico siete años mayor que yo.
Estoy en el cuarto de baño, con un trapo y una palangana, a Corbyn le ha dado fiebre y mi abuela cuando la tenía me ponía un paño mojado en la frente y funcionaba, vamos a ver si con él sirve.
Salgo del cuarto de baño de la habitación de Corbyn.
Dejo la palangana con agua fría y el trapo en la mesilla de noche y me siento en la silla yo misma había dejado junto a la cama de Corbyn.
Me acerco arrastrando la silla y me siento junto a Corbyn.
Poso el dorso de mi mano en su frente.
Él soltó un sonido de alivio.
— Normalmente me gusta que tus manos estén tan frías, pero hoy más que nunca.— dijo Corbyn con voz adormilada.
Reí suavemente al escucharlo.
— Voy a probar algo... Que hacía mí abuela ¿Vale?— Le dije con una sonrisa mientras acariciaba su pelo.
— Vale...— me respondió con voz débil.
Separo mi mano de su frente y me inclino hacia la palangana, sacó el paño y lo escurro, dejándolo húmedo en vez de mojado.
Aparto el pelo que descansa en la frente de Corbyn y lo sustituyo por el paño húmedo.
Él suelta un suspiro, parece ser que el paño le está aliviando un poco.
A ver si le baja la fiebre pronto...
— Voy a hacerte una sopa o algo, no sé.— dije levantándome de la silla.
— Vale...— me dijo con cansancio en su voz.
Bajo a la cocina, mientras llamo a mi madre para que me ayude a hacer la sopa.
