—¡Mira mamá, tío Kook! —se acercó una niña pelinegra de 6 años muy feliz mientras se acercaba a los mayores.
—Que lindo perrito, de seguro lo abandonaron, como siempre hacen —responde la mujer.
—Es muy tierno, igual que tu pequeña —comenta su tío.
—¿Me lo puedo quedar? —hace aegyo.
—Si te digo que no me seguirás haciendo esa carita. Ve a preguntarle a tu padre, si dice que sí, no pongo objeción; pero si te dice que no, no vas a llorar y lo llevaremos a la perrera, ¿entendido? —la niña asiente y fue a buscar a su padre.
—Tiene tu misma mirada —dice Jungkook mientras ve como se aleja su sobrina.
—Se que todavía lo extrañas, pero ánimo, vas a ver que se van a volver a ver y a querer como en un principio lo hicieron, puede que no en esta vida, pero si en la otra —le dice con ternura.
—¿Cómo estás tan segura de eso? —ve desanimado a su hermana.
—Si algo sé Kook, es que no es el final del cuento. Si tanto se aman, el destino no los puede separar —ve a su hermano, aunque ella sabía algo que no le quería decir a su hermano porque sabía bien que él podía hacer una estupidez.
Suspira. —Ya no quiero sentir nada por nadie —mira al cielo—. ¿Sabes? A veces me siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder —le sale una lágrima. Lo cual le dolió a su hermana verlo de esa manera.
Pero lo que no sabía es que ese sentimiento era verdadero, su reencuentro con la persona que una vez amó no se cumplirá.
Pues meses atrás llamaron a la casa de su hermana, él se había ido a dar un paseo con su pequeña sobrina. Ella contestó y le dieron la noticia de que habían encontrado a Kim Taehyung sin vida en un departamento, causa de muerte: suicidio.
Le informaron que él había estado yendo con un especialista para luchar con la depresión que tenía, le habían dicho que había mejorado... Pero eso no duró mucho, porque volvió a caer, y esta vez para tomar una decisión que no tendría retorno.
Una en dónde no volvería a ver a su hermoso chico con dientes de conejo.
Las últimas palabras del pelinegro fueron: "Perdóname Jungkook, no fui fuerte. Solo te pido ser feliz, nos volveremos a ver en la otra vida".
Ella rompió en llanto, y a su vez, cayendo de rodillas. ¿Cómo le iba a decir a su hermano que la persona que más quería ya no estaba en este mundo? Que ya no podría abrazarlo y darle ese cariño que él guardo para su chico de ojos tristes.
Aunque... Su hermano ya lo sabía todo, y pasó noches enteras llorando y llamando a su ex novio —aunque nunca lo consideró ex, siempre lo siguió considerando su novio. A pesar de que muchos le decían eso—. Y más porque le había llegado una carta, una carta de Tae que había llegado con retraso, en la cual decía:
"Y si, me rendí, pero no sabes cuántas veces lo intenté".
Esas pocas palabras fueron suficientes para destrozarlo. Él solo se preguntaba, ¿qué no podía tener una hermosa historia con la persona que más amaba? Pues al parecer, no.
Sacó su diario y el la última hoja que tenía empezó a escribir.
"Todos vivimos algo que nos cambió tanto que nunca volvimos a ser los mismos.
Gracias Tae por sacarme miles de sonrisas, ahora todo eso será lo que nunca quise que fuera... Un recuerdo."
Él pensaba seguir a su amado, sacó una navaja, se iba hacer una cortada para que fuera sintiendo el dolor poco a poco y ver cómo su sangre corría por su piel. Pero se vio interrumpido por el toque del timbre, fue a ver quién era, y al abrir la puerta, vio a esa niña hermosa que lo quería mucho.
—Hola tío —lo abrazó con fuerza. Mostrando esa linda sonrisa que te hacía olvidar tus penas.
—Pequeña, ¿qué haces aquí? —la carga, para después bajarla.
—Quería estar un tiempo con mi tío. Y sí, mamá ya sabe que vine, de hecho ella me trajo, solo que ella ya se fue porque tenía que atender algo en su editorial —se adentra más a la casa. Que estaba algo oscuro y frío.
Fue a la habitación de su tío y vio que sobre el mueble de noche había una navaja.
—¿Tío, para qué quieres esa navaja? Tú no tienes barba para afeitarte —la niña señala el objeto, era tan inocente que no sabía que había cosas dolorosas. Lo cuál le partió el corazón, pues cómo le iba a decir a la pequeña que pensaba dejar este mundo.
—So-solo estaba limpiando el mueble —responde mientras aguantaba sus ganas de llorar.
—Oh —la niña ve la foto en donde están sus papás, él y Tae—. ¿Él era mi tío? —toma la foto en sus pequeñas manos.
—Sí —se limita a responder mientras evitaba llorar.
—Era muy guapo —admite la pequeña, ya sabía que él había muerto, pero no le dijeron que se suicidó.
—Lo sé. Hubiera sido tu tío favorito, de eso no hay duda —sonríe con algo de melancolía.
—Tranquilo tío Kook, yo sé que él te está cuidando, así como tú me cuidas —le sonríe.
Kook se retractó de cortarse, porque pensaba que ya no tenía un motivo por el cuál vivir.
Error, porque sí tiene un motivo para vivir, y es su pequeña sobrina.
Así que decidió seguir adelante y ser fuerte para sus seres más queridos.
No me salen las palabras, para expresarte que te quiero
No sé cómo explicarte, que me haces sentir
Como si fuera primavera, y el invierno no existiera
Como se separa todo
Y con esa sonrisa que te logré sacar, cambiaste mi vida
Cuando te vi por primera vez, te llamé el muchacho de los ojos tristes, porque tu mirada no expresaba ningún sentimiento.Ahora extrañaré ver tus ojos de otoño y dormirme poco a poco en tus brazos.
Solo te diré...
Gracias por darme lindos recuerdos.
Mi muchacho de los ojos tristes.
꧁𖥧𖤣𖧧 ָ࣪FIN𖧧𖤣𖥧꧂
Bien, como vi que si les hizo llorar, esperen la segunda historia. Así que tengan preparado sus pañuelos. Los amo.
ESTÁS LEYENDO
El muchacho de los ojos tristes ~Taekook~
Historia CortaJungkook siempre ve al mismo chico sentado en una banca del parque. Con una mirada perdida y apagada. Él siempre se pregunta "¿Por qué tiene una mirada apagada? ¿Por qué está triste?" Tanta era su curiosidad, que decidió sacarle una sonrisa, aunque...