✧₊ Episodio 08 ₊✧

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Los seis chicos se encontraban ya en la
entrada del acuario al que habían decidido ir, los menores estaban encantados con la idea, a Donghyuck y Minjeong se les hacía algo romántico, mientras que Renjun pensaba en que era la única oportunidad que tendría de visitar uno. Debido a que no gastó el dinero que iba a usar con sus amigos el día de cine, tenía un poco más para gastar.

─Entonces nos encontraremos aquí al terminar el día.─ Dijo Jaemin mirando la hora en su celular.─Cualquier cosa nos estaremos hablando.

─Me parece perfecto.─ Sonrió Jimin, tomando la mano de la pelinegra para adentrarse al acuario sin siquiera despedirse.

Jaemin y Donghyuck imitaron tal acto, dejando a Renjun y Jeno solos otra vez, pero el rubio se sentía un poco más confiado, decidió que no debía sentirse intimidado por el mayor a su lado.

─¡Vamos!─ Exclamó emocionado, teniendo el atrevimiento de tomar la muñeca de Jeno para llevarlo dentro del lugar.

─¿Hacia dónde vamos? ¿Conoces el lugar?

─Para nada.─ Sonrió con mucha emoción.─Pero cualquier lugar estaría bien, ¿no crees? Hay muchas cosas que ver.

─Supongo─ Se encogió de hombros, vio la mano de Renjun alrededor de su muñeca y se soltó.

─Lo siento.─ Dijo Renjun, pero se sorprendió al sentir que Jeno había entrelazado sus manos. Lo miró confundido.

─No quiero que vayas a perderte, después tendría que buscarte y de seguro te encontraría llorando.─ Afirmó su agarre, quitándole la posibilidad de que quitará su mano.

Renjun no se opuso, simplemente escondió una pequeña sonrisa que se escapó de sus labios, sintiendo su corazón golpear con fuerza y su estómago revolverse por la emoción. ¿Cómo un chico tan guapo como Lee Jeno quería tomar su mano? No lo sabía, pero una cosa estaba clara: No iba a soltarse.

Durante el recorrido, Jeno se dio cuenta de que Renjun era un chico que se sorprendía fácilmente, no paraba de emitir sonidos de sorpresa por cada pasillo, asombrado con todo a su alrededor, y era entendible, de seguro no salía mucho y no tenía la posibilidad de visitar muchos sitios, pero le gustaba la sensación de estar con él en ese momento, viendo como descubria el lugar.

─¡Jeno, mira!─ Señaló un bonito pez a través del cristal, estaba nadando de un lado a otro mientras Renjun lo seguía casi pegado al crista.l─Es tan bonito.─ Murmuró con fascinación.

─Muy bonito, si.─ Repitió Jeno, pero con la diferencia de que no estaba viendo lo que el menor le señalaba, sino que lo estaba viendo a él, sintiendo sus manos cosquillear ante el tacto de ambas manos entrelazadas.

Renjun lo miró y se dio cuenta de que lo estaba viendo, se sintió avergonzado porque quizás pensaba que era un chico raro que se emocionaba con cosas simples.

─Lo siento, te he estado arrastrando a todos lados y no has decidido tú hacia donde quieres ir.

─Voy hacia donde tú quieras, no te preocupes.─ Sonó cálido, como si estuviera bajo el efecto de algún tranquilizante.

El menor lo miró con sospecha, nunca actuaba de esa manera, por lo menos no con él, pero no iba a decirle nada, no se arriesgaría a que sacara su lado gruñón de nuevo, ese Jeno Lee le gustaba un poquito más.

Pasó alrededor de una media hora cuando el estómago de Renjun empezó a rugir con hambre, echó un vistazo a su alrededor con la esperanza de encontrarse con algún tipo de vendedor de dulces o algo que pudiera comer mientras tanto, pero no encontró nada.

─¿Por qué el puchero?─ Preguntó Jeno al fijarse en su expresión.

─No es nada.─ Negó, ignorando los rugidos de su estómago.

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