In love with a psychopath 🕷️Miles Fairchild y tú🕷️

XIX

21h (9 p.m). Miles y yo estábamos en el salón preparados para hacer el baile. Pero está vez nos estarían mirando.

La música empezó a sonar y Miles y yo bailamos. Me estaba muriendo de vergüenza ya que mi tía estaba viéndonos también. Flora tenía una sonrisa de oreja a oreja ya había deseado ver este momento durante mucho tiempo.

La música acabó y Miles y yo nos separamos.

-¡Bieeeeen! Otra otra otra.- Dijo Flora aplaudiendo.

-¡No!- Respondimos a la vez.

-Buenas noches.- Dije y subí las escaleras.

Me gustaba irme a mi habitación pronto ya que así tendría mas tiempo para estar sola. Normalmente leía, escuchaba música, bailaba como una loca o lloraba.

Me tumbé en mi cama con los auriculares puestos, cliqué el botón del play y Who Can I Be Now? empezó a sonar en mi cabeza.

{🕷️}

La música ya no sonaba, me había dormido. Alguien me estaba despertando pero aún no era de día. Mire mi reloj de pulsera, 3 a.m. ¿Quien me estaba despertando a las tres de la mañana? Abrí bien los ojos y vi a Miles.

-¿Que haces?- Pregunté santándome en la cama.

-Ven.

-¿Que, a donde?

-A la piscina.- Respondió él.

-Miles, son las 3 de la mañana y es Noviembre. No voy a ir a la piscina.- Dije obvia.

-____, no me has dado nada para mi cumpleaños, así que me tendrás que hacerme un favor como recompensa.- Contestó cogiéndome de las manos y levantándome.

Yo bufé. Es verdad que no le había hecho ningún regalo a Miles, pero Grose me había dicho que no lo hiciera.

-Valeeee.- Respondí al final.

-Corre, vamos. No quiero que se despierte nadie.

-Pero espera, me tengo que cambiar.- Lo paré.

-No hace falta, da igual. Bañate con la ropa.

Yo miré el suelo pasaba de discutir a las 3 a.m por si me tiraba en ropa o no.

Miles y yo bajamos las escaleras corriendo, me extrañó no haber despertado a nadie. Salimos y fuimos hacia la piscina, hacía frío. Miles con la ropa puesta se tiro al agua solo verla. Yo me senté en la "orilla" y sumergí mis calcetines en el agua.

Miré el agua y Miles no estaba. La piscina era de color negra ya que no habían luces y no se veía nada.

-¿Miles?- Silencio.- ¡¿Miles?!- No respondió nadie.

Entre en el agua, estaba helada. Me sumergí para ver si podía ver algo, no se veía nada. Dios mio, Miles se había ahogado. Pero si estuviera muerto tendría que flotar ¿no?

Alguien me agarró de la cintura y me giro hacía él. ¿Y si era la sombra esa? Cerré los ojos con fuerza y me preparé para lo peor.

-¿Estabas preocupada por mi?- ¡Miles! Era Miles «Le voy a arrancar la cabeza»

-¡¿Pero a ti que te pasa?!- El pelinegro puso su dedo pulgar en mis labios.

-No grites, vas a despertar a alguien.- Yo suspiré, como era posible que con solo mirarlo mis ganas de matarlo iban desapareciendo.- ¿Te has preocupado por mi?- Volvió a preguntar.

-No, lo que pasa es que no me hubiera gustado meter los pies en una piscina donde hay un cadáver. Además de ser la única testigo y la sospechosa número uno.

-¿Ves muchas series de crímenes verdad?- Preguntó aún con sus manos en mi cintura.

-Podría ser.- Me fijé en él. Sus rulos estaban mojados. Las mejillas y los labios estaban rojas por el frío. Su jersey ancho se le había pegado al cuerpo levemente. Dios estaba...(palabras prohibidas).

-_____. ¿Que miras?- Preguntó refiriendose a él.

-Nada...- Dije volviendo a la realidad.

-Voy a besarte que lo sepas.- Me quedé sin habla.

-¿Q-qu- Miles dejó caer sus labios sobre los mios. Estaban helados pero luego se empezaron a calentar. Fue un beso inocente y dulce. Luego yo subí las manos hasta su pelo y pase los dedos entre sus rulos. Se sentía jodidamente bien. Nos separamos por falta de aire y nos volvimos a besar. Nuestros labios iban al compás, no quería separarme en mi vida. Miles puso las manos en mis muslos y me subió hasta su cintura. Me apoyó en la pared y yo hice un jadeo. La cosa empezaba a calentarse.

-Miles.- Dije separandome de él.- ¿Recuerdas el otro día que encontraste la carta casi me besas?

-Sí...

-Pues me dejaste con las ganas. Así que...- Le di un pico y salí del agua corriendo y riéndome.

-¡Eh!- Gritó saliendo del agua y persiguiendome.

-¡Mala suerte Fairchild!- Miles ya casi me había alcanzado. Me faltaba nada para llegar a la mansión cuando el ruloso me alcanzó.

-Besas mejor de lo que me esperaba.

-¿Me subestimavas Fairchild?- Pregunté divertida y el sonrió.

Entramos a la mansión y los dirigímos a nuestras habitaciones. Antes de abrir la puerta Miles me agarró del brazo.

-Buenas noches.- Y me dió un pico.

-Buenas noches Miles.- Miles iba a entrar a su habitación pero esta vez yo lo paré.- Y no te acostumbres a besarme.

-Ya lo he hecho.- Dijo mientras cerraba su puerta.

Me volvía loca.