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Janelle

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Janelle

Cierro la puerta con cuidado, espero que Conan no lo tome a mal. Él era muy extraño, tiene una forma de vivir poco común, no le gusta tener gente a su alrededor y eso lo pude notar desde el primer día.

Abro la caja sonriendo, es hora de formar mi propia galaxia. Tomó las figuritas y las pego en la pared, arriba de la cabecera de la cama, luego de pegar las estrellas procedo con los planetas; la luna, el sol y lo más importante el astronauta en su cohete. Observo la decoración asombrada, pongo las pequeñas luces colgantes de color amarillo, cierro las cartinas emocionada y apago las luces. Quedo enamorada por como quedó.

Las luces parecían cientos de estrellas que  luminaban toda la galaxia, siento una lágrima deslizarse por mi mejilla de lo emocional que me puse. Es increíble la belleza que tenía las estrellas y su luz tan poderosa. Las personas deberíamos ser así como ellas: luminosas y maravillosas, sin ninguna maldad, solo iluminar y embellecer el mundo. Sabía que no todos miraban el mundo como yo. Seco las lágrimas y sonrio orgullosa de mí misma.

-Ahora tengo mi propia galaxia, mis propios planetas y mis propias estrellas.

Tomo las fotos y empiezo a pegar. En Saturno pongo la foto de mi mamá, en Urano el de mi papá, mi perro Roro que murió el año pasado lo pongo en tierra , la foto de mis abulos difuntos en Neptuno y la de mi iguana Isa (sí, mamá y yo somos fanáticas de Dora la exploradora) a ella la pongo en Marte. Solo me queda mamá, papá e Isa.

"Deja que se vayan, después de todo son personas innecesarias que sólo te estorbaran en tu batalla", suspiro recordando las palabras de mamá hace años cuando la gente que consideraba mi segunda familia me abandonó. Escucho que tocan la puerta y me apresuro a abrir encontrándome con Emi y un chico rubio que debe tener nuestra misma edad.

-Hola, Janelle.

-Hola, Emi.

-El es mi primo Lyam- presenta al chico rubio.

-Al fin conozco a la valiente Janelle, la misma que se atrevió a abrazar al gran Conan Claes- su prima le pega con la mano detrás de la cabeza, él suelta un gruñido.

-Deja de decir eso, me acusará de chismosa- lo regaña para luego sonreírme- Estábamos por salir de compras en el mercado y queremos que nos acompañes. Claro, si no estás ocupada.

Primero que nada tengo mucho miedo de salir con gente desconocida, tengo miedo de que también me abandonen, que se burlen y me alejen por ser "la momia rabiosa". Intentando sacar esos pensamientos de mí. Recuerda que ya no está, se fue Janelle, tu cuerpo está bien y ya se fue, ganaste. Mamá se sentirá orgullosa de esto.

-¿Estás bien?- pregunta Emi.

-Si estoy bien, iré por mi abrigo- entro a la casa y tomo mi abrigo morado con mi gorro blanco. Cierro la puerta con seguro y salimos del edificio rumbo al mercado.

Un nuevo día para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora