-Son una raza muy juguetona, pero son un poco superficiales.
-¿Un gato puede ser superficial?- suelta Conan en un bisbiseo, codeo su estómago para que guarde silencio- ¡eso dolió!
La señorita se da la vuelta hacía nosotros con incredulidad, finjo una gran sonrisa achicando los ojos. Ella no para de masticar su chicle caminando de mala gana y mal humor.
-Bien, ¿tomaron una decisión?- rasco la cabeza pensando cual de las razas elegir.
-Me llevaré el chartrau- la morena infló su chicle manteniendo sus brazos cruzados. Conan se ríe a mi lado y el chicle explota haciendo eco por el gran pasillo.
-Bonita elección- afirma sin dejar su semblante serio. Empieza a caminar haciendo sonar sus grandes tacones.
-La palabra es chartreux- corrige Conan para luego seguir a la mujer.
Parpadeo analizando mi error, ¿por qué soy tan tonta?. Camino observando el gran pasillo, lleno de gatos, algunos eran recién nacidos y tan pequeñitos, llevo una mano a mi pecho sonriendo me causaba una sensación de ternura, quería comérmelo a besos. La mujer me extiende a un pequeño gato y sin dudarlo lo tomo, sus patitas se movían sin parar, paso una mano por su gris y suave pelaje, depósito un beso en su frente acariciándolo, giro hacía Conan quien se mantenía mirándome con cara de asco.
-¡Críenlo con mucho amor!, que sean una familia de verdad para él, tiene sus vacunas al día pero debe ser revisado por un veterinario...- la mujer habla muy rápido y sin ningún humor, parecía como si todo lo que dijera era improvisado.-Hasta nunca.
Gira sobre su propio eje resonando sus tacones y explotando su chicle hasta desaparecer del lugar. Me encogo de hombros y beso a mi pequeño, Conan y yo salimos de la tienda de mascotas. Él traía bolsas de comidas y accesorios, infla sus mejillas soltando un suspiro, estaba harto de mí.
Sacarlo de la cafetería fue fácil, le dije que me quedaría todo el día sentada en el café y no dudo ni un momento en venir conmigo, se quejo todo el camino, pero son pequeños detalles. Tuve que mentirle a su jefe para que le dieran permiso.
-¿No quieres cargarlo?- le extiendo el gatito Con cuidado.
-¡No se te ocurra!- posa sus manos en frente para que pare. Suelto una carcajada.
-Debiste ver tu cara de horror. Mañana nos vamos en mi casa.-No.
-Sí.
.
-Está bien, pero me dejarás en paz un mes.-Tú y tus tratos, bue...-siento mi estómago resolverse y todo darme vueltas, me detengo viendo al frente.
-¿Qué te pasa?
Iban tomados de la mano y muy sonrientes, él le daba pequeños besos en la frente. Esos ojos marrones que algún día tanto amé se topan conmigo. Su sonrisa se esfuma y la chica se queda igual de sorprendida que yo. El chico suelta la mano su mano y empieza a caminar hacia nosotros. Conan los mira con desconfianza sin entender nada. Se queda parado en frente de nosotros.
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Un nuevo día para amar
Teen FictionLo fugaz es un segundo, pero en su camino dejará una magia eterna. Despiertas, abres la cortina y el señor sol te recibe con su máximo esplendor. En eso consistía la vida de Janelle, vivir al máximo cada día. Despiertas, mantienes la cortina cerrada...