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Cuando llegó a donde había quedado encontrarse con JaeMin -ya que no le vio el chiste a que pasara por él al lugar donde ambos dormían- su mundo se detuvo y los nervios empezaron a invadir todo su cuerpo. ¿Cómo alguien se podía ver tan bien solo con un pantalón negro normal, una camiseta básica y una camisa roja encima de ella? Dios, estaba tan mal, había sido arrastrado sin pudor alguno por el agujero negro que era la hermosura de Na JaeMin. No tenía escape, no había escape.

De repente recordó su aspecto, que había contemplado antes de salir de la habitación en el espejo que tenían puesto detrás de la puerta de esta. No era la gran cosa, también estaba de cierta forma con una vestimenta sencilla como la de JaeMin, pero no se veía tan bien como el chico que se encontraba frente a él. En cambio, JaeMin no compartía la opinión del mayor, para Na, Huang RenJun se veía perfecto hasta con una bolsa de basura encima, y esta no era la excepción.

Recordó las palabras dichas por JiSung antes de que saliera de la habitación que este compartía con el mayor de su pequeño grupo de tres personas con rumbo a donde se encontraba en esos momentos. "Trata de ser lo más calmado que puedas, nada de mostrar demasiada emoción porque después adivina cuánto deseaste esto." Y JaeMin juraba que si verbalmente se pudieran usar emojis, JiSung hubiese usado ese cool que tenía lentes negros.

-Hey hyung, ¿todo bien? -Na sonrió cuando el mayor llegó a su lado en la puerta principal de los dormitorios.

RenJun apreció hasta lo mínimo de aquél Na JaeMin sonriente. ¿Cómo no se había dado cuenta lo lindo que se veía sonriendo? Dios, la forma en la que sus mejillas subieron le hizo querer agarráselas y apretárselas. Ni hablar de esos perfectos dientes perlados, según el punto de vista de RenJun, le daba el toque para que fuera la sonrisa más tierna de todas.

Quiso darse una bofetada en ese instante, estaba divagando demasiado, estaba totalmente perdido.

Huang respondió positivamente y propuso que empezaran a caminar hasta donde se estaría haciendo la exposición del club de jardinería. No había tensión o incomodidad alguna entre ellos mientras caminaban el trayecto hasta su destino, pero se podía notar que ambos tenían esa cierta pizca de nerviosismo.

Como siempre, JaeMin tuvo el valor de atreverse a tomar la mano, o bueno, la muñeca del mayor cuando estuvieron cerca y corrió arrastrándolo con él mientras iba hasta la parte donde tenían todas las macetas con los girasoles de distintos tamaños, tan emocionado como si jamás hubiese visto uno en su vida.

-¡Son tan lindos físicamente, oh Dios! -exclamó, observando el girasol más grande de todos los que se encontraban como si se tratara de la cosa más impresionante que había visto en su vida.

RenJun rió enternecido, Na llegaba a ser como un niño pequeño a veces.

-¿Nunca antes habías visto uno en persona?

-Nope, únicamente en fotos, son hermosos.

-Cuando era pequeño mamá tenía el jardín repleto de flores -contó repentinamente-. Tenía de distintos tipos, muy variados, y entre ellas tenía girasoles también. Me gustaba ayudarle a mantenerlas, era como mi pasatiempo en realidad.

-Oh, ¿entonces de pequeño preferías quedarte en el jardín a mantener las flores junto con tu mamá o era solo de vez en cuando? -preguntó JaeMin mirando al mayor con ojos brillantes. Le gustaba que le contara sobre sí mismo y su niñez, nunca antes había pasado.

-De vez en cuando, la mayoría de mi tiempo libre lo "invertía" -hizo comillas con sus dedos- inventando pasos de baile, era chistoso, porque creía que podía llegar a ser el mejor bailarín de China, algo así como un Lay Zhang -rió burlándose de sí mismo.

Razones para odiar a Na JaeMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora