La selección juvenil de Japón se encontraba entrenando después de que hace un mes todos los muchachos volvieron luego de una temporada en el extranjero; Benji se encontraba en Alemania, Steve en Italia y Oliver en Brasil. Todos estaban muy contentos de volver a reunirse con sus compañeros y prepararse para cumplir el sueño de llegar a la copa mundial.
A pesar de que el objetivo de reunirse era fortalecer el equipo nacional, el capitán de la selección llegó a su país natal con una misión: confesársele al chico que le gustaba, Tom Misaki. Desde niño sintió algo distinto por ese muchacho, distinto a lo que sentía por el resto de sus amigos, pero en ese entonces no supo interpretar esos sentimientos. Poco a poco, a medida que iba creciendo y madurando, se dio cuenta que la palabra amistad no llegaba a describir lo que sentía por él, sino que era algo más fuerte.
Sin embargo, las cosas no resultaron como él las imaginó. Acercarse a Tom comenzó a ser una gran proeza, sorprendentemente, por la voluntad del joven castaño. Cada vez que Oliver intentaba hablar con él en privado o pasar un tiempo a solas después del entrenamiento, Misaki lanzaba alguna excusa para alejarse de él.
Frustrado, el pelinegro pensaba qué podría ocurrirle al otro joven para reaccionar de esa forma mientras corría en el campo de entrenamiento jugando un partido de práctica. "Jamás nos habíamos sentido incómodos entre nosotros, ¿por qué me evita?". El capitán iba a toda velocidad hacía el arco enemigo, cuando escucha que alguien le habla.
"¡Oliver, te toca el remate!" Gritó Tom mientras se preparaba para darle un pase.
El pelinegro vio al otro intentado responder sus propias dudas. Podía ver casi en cámara lenta como el castaño se movía para entregarle el balón, prediciendo con seguridad donde lo recibiría. Siempre le sorprendió lo simple que le era saber lo estaba pensando en la cancha. 'Ojalá pudiese entenderte igual cuando estamos fuera del campo'. Oliver recibió el pase y metió un gol con destreza.
El capitán notó que su compañero de combinación lo felicitaba con sus pulgares arriba y una gran sonrisa. 'Aún no me rendiré' Pensó determinado el pelinegro.
"¡Bien hecho, muchachos!" Andy los felicitó. "Vayan a las duchas."
Los chicos se alistaron y comenzaban a irse a sus residencias, despidiéndose de sus compañeros. El capitán de la selección divisó al castaño que le hacía soñar despierto, así que corrió para alcanzarlo.
"¡Espera, Tom!" El aludido se volteó a ver quien lo llamaba.
"Hey, Oliver, ¿qué ocurre?" Respondió sonriendo.
"Emmm... quería saber si te gustaría salir un rato... A comer algo, hablar. Tú sabes, ponernos al día."
"Pues, me encantaría... pero..." Misaki se quedó en silencio un momento, como si pensara en qué decir, mientras su interlocutor lo esperaba pacientemente. "La verdad estoy muy cansado. Tal vez para otro día, ¿sí?" Trató de irse, pero se detuvo cuando el otro le habló.
"Bueno, podría ser mañana si te acomoda-" Insistió el capitán.
"De verdad me tengo que ir. Nos vemos." Y así, Tom se fue apresuradamente.
"¡Espe-!" Comenzó gritando el pelinegro en un fallido intento por detener al otro. "Espérame..." Terminó luego hablando bajo, con un aire de tristeza y resignación. De repente, una voz conocida se hizo presente.
"Wow, eso fue patético."
"Benji, no estoy de humor." Advirtió rápidamente el joven capitán en un tono cansado.
"¿Hasta cuándo piensas seguir con la misma rutina?"
"Seguiré hasta conseguir lo que quiero." Este expresó determinado.
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Sobre adolescencia y pendejadas [Tsubasaki / OliverxTom]
RomanceEl amor adolescente puede ser muy bello, pero también frustrante y estúpido... A veces solo necesitas un empujoncito para darte cuenta que las cosas son bastante más simples y que la estás jodiendo. La serie y el manga, junto con los personajes, le...