Había pasado una semana, y, fiel a su palabra, Oliver no volvió a intentar reunirse nuevamente con el castaño, esperando no seguir incomodándolo. Por su parte, Tom comenzaba a sentirse cada vez más inseguro, mientras las palabras de Armand daban vuelta por su cabeza.
"Se va a aburrir y vas a perder tu oportunidad con él"
Pasó el día, en tanto Misaki esperaba que llegara el momento para ir él a pedirle al capitán de la selección reunirse. Sin embargo, el destino tenía preparado algo especial.
"Hola, Oliver." Se escuchó justo al finalizar el entrenamiento. Todos voltearon a ver a la persona que había hablado.
"¿...Roberto...?" El pelinegro lucía impactado. Al instante, sonrió y comenzó a correr en dirección al hombre. "¡Roberto!" Y los dos se abrazaron.
"¿Cómo has estado, hijo?" El brasileño preguntó dejando ir a Oliver.
"Bien." Respondió sonriendo. "¿Qué haces aquí?"
"Vine a visitarte... Y te traje una sorpresa." Dicho esto, un joven moreno se dejó ver en el campo.
"¿Cómo has estado, japonés?"
"¡Pepe!" Ambos se acercaron alzando cada uno su mano derecha, como para chocar los cinco, y estrecharon sus manos; aprovechando el contacto, se acercaron aun más, dándose un beso en la mejilla y terminaron abrazándose. Para el resto, que veían con interés el intercambio, era claro que no era la primera vez que se saludaban de esa forma. Tom miraba con ojos muy abiertos aquella escena. "¿Cómo es que tú estás acá?"
"Al igual que Roberto, quise venir a verte." Respondió el joven. "Terminó la temporada, así que tenemos unas pequeñas vacaciones y como dijo que vendría..."
Oliver estaba feliz, eso resultaba obvio para todos los presentes, y se notaba que no hallaba la hora de partir con ese par para compartir con ellos. De repente, el capitán se dio cuenta que sus compañeros de equipo los veían atentamente.
"Chicos, de seguro recordarán a Roberto." dijo señalándolo, y luego apuntó al muchacho brasileño. "Y él es Pepe, somos compañeros en los Brancos."
"Encantado de conocerlos." Exclamó sonriente.
"¿Y dónde se quedarán?" El pelinegro preguntó, enfocando nuevamente su atención en los extranjeros.
"Pues, en tu casa." Fue la respuesta del hombre. Al escuchar esto, Tom se puso en alerta. "Yo dormiré en la habitación de huéspedes, y Pepe dormirá contigo. Supusimos que no te molestaría."
El mediocampista castaño comenzó a sentir una gran opresión en el pecho; se sentía molesto y triste. Deseaba con todo su corazón que Oliver hiciera una escena y reclamara el hecho de tener que compartir su pieza con ese tipo, pero sabía que eso no pasaría.
"¡Genial!" Exclamó feliz, confirmando las sospechas de Tom. Luego, el joven brasileño abrazó por detrás a su compañero de los Brancos.
"Sí... Ya me hacía falta el calorcito de mi Oli-chan para poder dormir." Dijo con una voz exageradamente melosa.
El castaño fulminaba al extranjero con la mirada. Era oficial: detestaba a ese maldito aparecido. El resto del equipo japonés solo miraba en silencio, mientras algunos se veían sorprendidos y otros divertidos con la extravagante relación de su capitán. Oliver rio con ganas ante el comentario, rompiendo el abrazo para luego rodear los hombros del brasileño con un brazo.
"Extrañaba tus estupideces."
Después de salir de las duchas, Misaki vio su oportunidad para llamar la atención del pelinegro y aclarar las cosas.
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Sobre adolescencia y pendejadas [Tsubasaki / OliverxTom]
RomanceEl amor adolescente puede ser muy bello, pero también frustrante y estúpido... A veces solo necesitas un empujoncito para darte cuenta que las cosas son bastante más simples y que la estás jodiendo. La serie y el manga, junto con los personajes, le...