Capítulo 5: Ideas imprudentes

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El resto de la práctica transcurrió sin mayores incidentes. Sin embargo, había una tensión palpable entre los números 10 y 11 de la selección. Misaki era el que visiblemente estaba más afectado, mientras Oliver se mantuvo más sereno. Pepe a lo lejos notó que la dinámica del dúo de oro había cambiado, y se preocupó.

'¿Me habré pasado?' Se preguntó el carioca. 'No creo... solo puse mi cabeza sobre su hombro, ni que lo hubiese besado o algo.'

Al finalizar, Oliver felicitó a sus compañeros con una suave sonrisa y luego partió rápidamente al camerino. Los demás lo siguieron a un paso más lento. Pepe se instaló bajo un árbol con su vista fija en la entrada de los camerinos para esperar a su amigo, hasta que lo vio saliendo de la construcción totalmente desanimado.

"¡Por aquí!" Gritó el moreno para llamar su atención y el otro se le comenzó a acercar. -Hermano, ¿estás bien?- Recibió una negación con la cabeza. "¿Es Tom?"

"Lo notaste..." El pelinegro puso una sonrisa triste. "Algo le pasa, creo que es conmigo..." Mordió sus labios con frustración. "Ni siquiera sé que fue lo que hice... he intentado darle espacio para no presionarlo, pero..."

"No creo que seas tú el que esté mal." Pepe le aclaró con seriedad. Oliver lo miró con sospecha, hasta que lanzó un suspiro resignado.

"Bueno, pero no quiero perderlo, ¿entiendes?" Pequeñas lagrimas comenzaron a agruparse en sus ojos. "Tenía la esperanza de que, aun que me rechazara románticamente, podríamos seguir siendo amigos." Susurró derrotado. El carioca comenzó sentirse muy presionado cuando vio al otro en ese estado, ya que sentía que había provocado todo aquello.

"Tranquilo, estoy seguro que se solucionará." Dijo mientras lo abrazaba para consolarlo. "De una forma u otra, se solucionará. Solo dale tiempo."

Dentro de los camerinos, los jugadores vieron como su capitán les dedicó una última sonrisa antes de salir de ahí

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Dentro de los camerinos, los jugadores vieron como su capitán les dedicó una última sonrisa antes de salir de ahí.

"Oye, Misaki, ¿cuál es tu problema con Oliver?" Le preguntó Steve malhumorado.

"No hay problema." Dijo con el ceño fruncido, intentando evadir las miradas de sus compañeros.

"Sí, claro." Escupió el ex goledor del Toho con sarcasmo. "¿Tú crees que nadie vio la escenita que montaron durante el descanso?"

Armand y Benji, que presenciaban la confrontación, no sabían qué hacer. Se miraban mutuamente, debatiendo en silencio si debían intervenir o no.

"No pasa nada." Dijo con algo más de fuerza. "De todas formas, ¿por qué sería tu problema?" Hyuga comenzó a gruñir por la respuesta del castaño.

"Empezó a ser mi problema, y el de todos los que estamos aquí, cuando no fueron capaces de dejar sus dramas fuera de la cancha." Le regañó con una voz rasposa.

"Has estado algo irritable hoy, sobre todo con Oliver..." Bruce señaló tímidamente. "¿Acaso te hizo algo?"

Tom se detuvo a pensar un poco esa pregunta. ¿Oliver le había hecho algo? Tal vez, dejarse tocar por ese supuesto amigo suyo, pero no le correspondía a él molestarse por ello. No eran pareja, tampoco se le había confesado... Ni siquiera tenía claro si lo que sentía por el pelinegro era platónico o no. Pero verlo tan cercano con otra persona le dolía, porque pensó que ellos tenían una conexión especial que los hacía ser tan cercanos, y ver lo mismo con alguien más le hacía pensar que entonces no era tan especial como imaginaba. Antes de que pudiese responder, Steve volvió a hablar.

Sobre adolescencia y pendejadas [Tsubasaki / OliverxTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora