Un tal infierno que se me acerca con pasos chirriantes
Llenos de azufre y fuego por mis actos malos.
Me le acercó con un balde de agua helada para echárselo
Encima y que no atormente más
Por el miedo que causa de puro gusto
A obreros,
A trabajadores,
A analfabetos,
A no educados,
A católicos,
A cristianos fuera de los católico,
A religiosos que evitan coger por el miedo,
A personas que profesan otra religión
Ni a nadie más,¡A nadie más atormentará!
Ese infierno no es otro más que Dios,
El que los atormenta,
El que se le alaba para no ser atormentado
Por su mismo infierno.