Capítulo Ocho

1K 49 36
                                    

—¡L-legoshi, espera!

Ahora, en ese momento, el dócil y gentil lobo se veía decidido y firme, sin una muestra de ligera... piedad.

—He comenzado ya, y he de terminar...

—P-pero...

La hembra se levantó del cesped en dónde se encontraban ambos sentados, a las afueras de la ciudad.

››¿Me estás diciendo que no sabes nadar?

Como siempre, Legoshi guardó silencio, no era muy conversador. Claro, tal vez él pensaba que había contestado a su pregunta... pero lo había hecho en su mente.

Juno se cruzó de brazos y posó una mano bajo el mentón, en una postura reflexiva. Su pelaje café se veía sedoso y suave bajo el suave brillo del sol que se filtraba entre el follaje de los árboles. Legoshi levantó la mirada para observarla: debía admitirlo, Juno era preciosa, y su personalidad era destellante y alegre.

Le daba a su vida lo que tanto le hacía falta.

Como tomándolo por sorpresa Juno exclamó:

—¡Lo tengo!

—¡Ah! —y se echó ligeramente hacia atrás.

Ella le extendió su mano (o... ¿pata?). Legoshi dudó unos segundos en tomarla, y cuando lo hizo se dio a notar el como aunque ambos fueran de la misma especie, él seguía siendo mayor en tamaño que la fémina.

No hubo de esperar más, pues apenas su mano tocó la de ella, ésta tiró de él y comenzó a guiarlo por un camino entonces desconocido.

La seguía a través de los verdes arbustos y árboles, parecía tener prisa, pero aquello no le molestaba; a pesar de que apenas y podía ver el camino por el que iban, la imagen de la loba frente a él, su destallante emoción en los detalles simples, su adorable optimismo y su espalda ligeramente descubierta debido a la ligera ropa de verano que tuvo suerte de comprar en una tienda de segunda mano cuándo salieron del motel: le hacía olvidar todo cuánto ocurriera a su alrededor.

De pronto Juno soltó su mano y cruzó unos grandes arbustos, desde dónde la escuchó gritar:

—¡Llegamos!

Así pues, cruzó lentamente tras ella, y sus ojos se deleitaron con un gran lago cristalino y escarchado bajo la suave sombra que le ofrecían los árboles a su alredor.

Cuándo se acercó al lado de la chica, ella ya estaba dándo saltitos de emoción y aplaudiendo con las yemas de sus dedos. Tal y como si una inevitable energía luchara por salir de ella.

—¡¿A qué estás esperando?! —pronunció exaltada apresurandose en ir a las bellas aguas.

Se habría apenado mucho si Juno hubiera tomado la decisión de despojarse para entrar al agua. Pero la frenética y extrovertida energía de la loba sólo la llevó a meterse al agua tal y cómo andaba, sin la menor preocupación más que disfrutar del momento. Vivir el ahora, el presente.

Probablemente eso era lo que Legoshi más necesitaba. Disfrutar las cosas que estaban frente a él, y darle una oportunidad a las cosas buenas.

Como ella.

Juno emergió a la superficie con una extensa sonrisa de lado a lado y sacudiendo su cabeza.

—¿Piensas dejarme sola aquí, Legoshi?

Sus esponjadas orejas rizadas estaban tan empapadas que su largo pelaje estaba sobre su cabeza.

—Pero Juno, yo...

𝕴𝖒𝖕𝖚𝖑𝖘𝖔𝖘 ⌈𝐿𝑒𝑔𝑜𝑠𝑖 𝑋 𝐽𝑢𝑛𝑜⌋ ┇𝐁𝐞𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora