𝕴𝖒𝖕𝖚𝖑𝖘𝖔𝖘 ⌈𝐿𝑒𝑔𝑜𝑠𝑖 𝑋 𝐽𝑢𝑛𝑜⌋ ┇𝐁𝐞𝐚𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬

Capítulo nueve

N/A: ¿Me extrañaron?

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Había una deliciosa brisa, las afueras de la escuela estaba a oscuras e iluminadas con las tenues luces de algunas linternas y el brillo de plata de la luna. La coneja enana estiró sus brazos sobre su cabeza mientras caminaba y soltó un largo bostezo. Recién había acabado de preparar algunas cosas en el jardín.

››Además de que se había cansado de esperar a cierto lobo.

Rascó sus ojos con sus patas, en su expresión había una clara muestra de sueño y cansancio.

Pero todo eso desapareció cuando...

—¡Haru!

Legoshi llegó corriendo y resbaló pasando de largo a la coneja y dándole un buen saludo de cariño al suelo con su espalda. Haru se volteó enseguida y vio al lobo tirado en el suelo a su derecha. Haru rió cuando lo vio.

—Te ayudaré —comentó Legoshi con voz entrecortada, aún estando de narices contra el piso.

La coneja caminó hacia él y rió por lo bajo.

—Deberías tener más cuidado —sonrió ella.

Legoshi se dio vuelta y se sentó.

—Entonces te espero mañana por la mañana en la jardinería.

—Ahh... —vaciló el lobo.

Titubeaba, y se sentía aún más inseguro con la mirada fija de la coneja sobre él.

—¿A qué hora exactamente?

—¡Bueno...! —Haru cruzó los brazos y se puso una mano bajo el mentón—. Si llegas a las nueve estaría perfecto.

El sonido de un pequeño golpe hizo eco a lo lejos y Haru miró en la dirección de dónde provenía. Legoshi la estuvo mirando confuso, pues, mientras con Juno sentía una gran energía a su alrededor, con Haru no sentía más que extrañeza y confusión. ‹‹Lo más probable es que sea por la diferencia de especies››.

O tal vez solamente se sentía de esa forma con la loba por haber compartido intimidad.

Sintió un escalofrío al recordar ésto último, y justo en ese momento Haru redirigió su atención a él.

—Hace frío... debería irme. ¿Podrías...? —estiró ésta última sílaba entretanto lo observaba.

Por su parte Legoshi no decía nada. Le sostuvo la mirada con los ojos bien abiertos y la boca en su hocico formando una línea uniforme. Tenía un color carmesí en la piel bajo sus ojos, no fue buen momento para recordar cosas.

Haru sacudió la cabeza mandando a volar sus dudas.

—¿Podrías... acompañarme?

—N-no... ¡s-sí! C-ca-c-claro.

Vio como la coneja cerró los ojos y rió nuevamente. Haru se hacía la idea de que la causa de aquel comportamiento era debido a su presencia, era lo común para ella. No imaginaba que las razones eran otras completamente diferentes.

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Juno empezó a hacer su equipaje. Había puesto su ropa junto a sus pertenencias sobre la cama de su dormitorio con la maleta a un lado y empezó a organizar sus cosas. Era la única que quedaba en ese momento entre sus compañeras de habitación, y honestamente, sentía una ligera melancolía al no haber recibido respuesta de Legoshi. Realmente ella esperaba pasar esas vacaciones enseñándole su hogar natal, tenía en mente las cosas que podría mostrarle para hacerlo sentir cómodo, pues sabía bien que Legoshi podía ser algo complicado; lamentablemente, todo pintaba a que partiría sóla, pues, tomaría un autobús que la llevaría directamente a su hogar.