Capítulo 12

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Clarke pov:

Anya y yo comemos en silencio. Bueno, ella come, yo revuelvo la comida. Creí que estaba superado. Que estaba olvidado. Pero no. Mi corazón me traiciona. Al verla, algo que creí que había desaparecido se encendió. Tal vez lo enterré tan profundo que creí que ya no estaba. O me convencí de hacerlo.

-Clarke.- La voz de Anya capta mi atención. Levanto la cabeza, viendo su preocupación.- ¿Cómo lo llevas?

-¿Honestamente? No lo sé.- Vuelvo a mirar la comida, haciéndola a un lado sabiendo que no la comeré.- Creí que no me afectaría verla.

-¿Aún sientes algo por ella?- Pregunta cautelosa.

La miro unos momentos, antes de asentir lentamente.- No se muy bien como. Tengo sentimientos encontrados hacia ella. Y no todos son lindos. Aunque no es como en Polis. Tal vez solo extraño a mi amiga. No lo sé. Todo es muy confuso.- Escondo mi cabeza entre mis brazos apoyados en la mesa.

Su mano acaricia mi brazo, intentando reconfortarme.- Hey, esta bien. Puede que sea bueno que la veas y arreglen las cosas. Tal vez te ayude a superarla de una vez por todas.- Levanto mi cabeza asintiendo.- Ahora, ¿Quién era esa chica con la que andabas hace un rato?

Carcajeo al escuchar la sobreprotección de Anya.- Se llama Nylah, somos amigas.- Levanta una ceja y ruedo los ojos.- Bueno, follamigas. ¿Te gusta más?

Gruñe.- ¿Pero no es nada serio?

Lo pienso un momento. Nylah es linda y agradable. Buena candidata si quisiera algo más. Pero no lo deseo. Niego con mi cabeza.- No, solo amigas. Podría funcionar, pero no creo estar lista como para iniciar nada con nadie.

-De acuerdo. Si estás bien con eso.- Se levanta recogiendo los platos.- Anda, ve a dormir. Mañana tendremos la reunión para decidir cómo capturar a pauna.

-Ya, mama.- Le saco la lengua y me golpea la nuca. Corro a mi habitación, antes de ganarme una más fuerte.

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Lexa pov:

Sin poder evitarlo, mi vista está clavada en ella durante toda la reunión. Mantener la concentración en el tema me es más difícil de lo usual. Siento la mirada amenazante de Anya sobre mi, analizando la posible chance de que haga algo a su strisis. Una parte de mi le duele eso. Si bien Anya me cuidó y protegió, jamás fue así de cercana a mi. Mucho menos para considerarme una hermana.

-No podemos simplemente irrumpir en su guarida.- La voz de Clarke, quien habla por primera vez en toda la reunión, me devuelve al presente.- Estuve allí, y como dije, apenas salgo con vida. Puedo hacer una maqueta, pero lo más seguro es dejar que salga y rodearla.

-¿Y cómo la sacamos?- Pregunta un general.

-Un cebo.- Responde obviando.- Es como cazar, solo que una bestia más grande.

-Bien, intentaremos eso.- Todos se vuelven a mi cuando hablo.- Preparen a sus hombres. Atacaremos en dos días. Retírense.- Todos comienzan a salir, cuando vuelvo a hablar.- Tu no, Wanheda.

Se frena en seco, tensándose. Anya me advierte con su mirada, antes de salir también. Se da la vuelta lentamente, evadiendo mi mirada. Me acerco un poco, dejando un espacio considerable entre nosotras. Puedo notar sus nervios. Incluso a pesar del tiempo que ha pasado, puedo leerla como a un libro abierto.

-Hola Klark.- Susurro, rompiendo la tensión.

-Hola Lexa.- Su voz es apenas audible. E igual de diferente a como la recordaba. Toda ella es diferente.

Débil por ti - ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora