Jihoon se levantó la mañana del domingo en su horario habitual, se duchó y se vistió antes de ir a comprobar a Sunhee.
La cuna del bebé estaba vacía. Vacía. Mierda. No había manera de que pudiese haber trepado para escaparse. Todavía era muy pequeña.
Bajó las escaleras de dos en dos, pero todo estaba tranquilo. Cocina, tranquila. Sala de estar, tranquila. Estudio, tranquilo. Mierda. Corrió de nuevo a las escaleras y comprobó el cuarto de Daehyun. La cama también estaba vacía.
Mierda.
Una revisión rápida del cuarto de baño confirmó que los niños estaban definitivamente desaparecidos en combate.
Se dirigió a la puerta de Seung y llamó, sin esperar una respuesta, antes de abrir la puerta, su corazón latía alrededor de cinco mil pulsaciones por minuto.
Los niños estaban en los brazos de su papá, Daehyun tirado a un lado, Sunhee acunada en el ancho pecho, con una mano en su trasero cubierto por un pañal.
Oh, maldita sea. Era una lindura. Le hubiera gustado tener una cámara, porque apostaría que a SeungCheol le encantaría tener una foto de esto. Miró un momento más, disfrutando de la hermosa imagen y luego retrocedió lentamente.
Podía hacer un poco de bacon con café y ver la mala televisión de los domingos por la mañana.
Acababa de terminar con el café cuando oyó chillidos provenientes del piso de arriba, luego un rugido bajo y a Sunhee riéndose. Ahora bien, los ruidos eran buenos. Seungcheol podría estar un poco agobiado, pero tenía buenos instintos, instintos paternos. Esos niños iban a estar bien porque su padre los amaba y quería hacer lo correcto.
― ¡Papi Cheol! ―La voz de Daehyun sonó―. ¡Papi!
― ¡Voy por ti, Dae! ¡Voy a morderte los dedos de los pies!
Se escuchó el grito feliz de Daehyun.
― ¡Vamos, Sunhee! ¡Vamos a por tu hermano!
Jihoon se echó a reír y revisó el bacón, colocando suficiente para SeungCheol y Daehyun, también, ya que estaban presentes ahora.
Los tres jugueteaban, los brazos de Seungcheol estaban ocupados mientras bajaba las escaleras. ― ¡Buenos días!
Se rió y asintió. ―Sí, lo son.
― Voy a preparar el desayuno, si lo deseas. ¡Prepararé asquerosos y desabridos huevos!
― ¡Papi Cheol! ¡NO!
Los ojos de Seungcheol brillaban. Era increíble lo que un par de noches de sueño podían hacer por un hombre.
Jihoon se mordió los labios para no reírse.
― Asquerosos y desabridos huevos, ¿eh? ―Realmente estaba deseando conseguir una comida preparada por un verdadero chef.
― Sí. ― Seungcheol le guiñó un ojo―. Aunque, supongo que, si Daehyun se lava las manos y la cara, podría hacerlos revueltos para él.
― Eso suena como una muy buena oferta. ―Jihoon sonrió mirando al niño―. ¿Qué piensas, Daehyun?
― ¡Siii! ―Los descalzos pasos de Daehyun se dirigieron al baño de la planta baja, y Sunhee fue puesta en su balancín.
― Buenos días. ¿Quieres huevos?
― Quiero, gracias. ―Jihoon fue al armario y empezó a sacar los platos.
― Perfecto. ―Cheol puso un poco de música, cogió los huevos de la nevera y una hogaza de pan de la panera.
Jihoon puso la mesa, ahora, lo suficientemente familiarizado con la cocina como para no interrumpir a SeungCheol.
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♡ 𝑷𝑷+𝒀 → 𝑱𝒊𝒄𝒉𝒆𝒐𝒍.
FanfictionCuando SeungCheol aceptó donar su esperma a su mejor amiga Haneul, no esperaba que una tragedia dejara huérfanos de madre a un bebé recién nacido y un niño de tres años. Eso es exactamente lo que ha pasado, sin embargo, y su vida se ha convertido e...