♡ 𝑷𝑷+𝒀 → 𝑱𝒊𝒄𝒉𝒆𝒐𝒍.

🎐6. ¡Gracias Papi Cheol! 🎐

Bueno es el último por hoy ah

Jihoon, alegremente, se estableció en una rutina con los niños. Ahora que tenían las cosas que necesitaban y la casa estaba acondicionada a prueba de niños, se sentía como todo un experto en la materia. Seungcheol trabajaba en horarios muy extraños, pero mientras fueran constantes, Jihoon pensaba que no habría problemas.

Estaba trabajando más de lo que inicialmente acordaron, pero no le importaba, no era como si tuviera una enorme vida social que extrañase por cuidar a Daehyun en las mañanas, así Seungcheol podía dormir o salir con ellos.

Esta mañana no era diferente. Estaba en un extremo del sofá, con un bebé en una mano y Stephen King en la otra, mientras Daehyun jugaba con sus bloques de construcción, que estaban tirados por todas partes, en medio de la sala de estar.

―...Déjame en paz, ¡hijo de puta! ―La voz de Seungcheol se oía por las escaleras, el hombre sonaba completamente furioso.

― Oye, Daehyun, ¿quieres decirme lo que estás construyendo? ―Le sonrió al niño y palmeó el espacio junto a él―. Con suerte si hablaba y distraía a Daehyun, este no sería capaz de escuchar a Seungcheol.

― La casa de mami.

―...Nunca más. ―En la planta superior algo se rompió. Oh hombre. No sonaba como si las cosas mejorasen con la llamada telefónica de Seungcheol.

― Parece una gran casa. ¿Cuántas habitaciones tiene?

― La habitación de mami. La habitación de Sunnie. Mi habitación. El baño.

― ¿No hay una cocina? ―Necesitaba mantener a Daehyun ocupado.

― No. La casa de papi Seungcheol tiene una cocina.

Seungcheol bajó las escaleras, su rostro tenía una expresión de derrota.

― ¿La casa de mami no tiene una cocina? ―Le hizo la pregunta a Daehyun, pero estaba mirando a Seungcheol, arqueando sus cejas a la espera de una respuesta.

Seungcheol parecía estar a punto de gritar.

― No.

Seungcheol negó.

― La tenía. Era de color amarillo.

― ¿Por qué no intentas recordarla y así la construyes? Voy a ir a la cocina a prepararle una taza de café a papi Cheol, ¿vale? ―Besó la frente de Daehyun y se puso de pie, Sunhee seguía durmiendo en sus brazos. Hizo una seña en dirección a la cocina.

Seungcheol lo siguió hacia la puerta trasera y apoyó la cabeza en la cortina. ―Ese hijo de puta.

― ¿Tu ex? ―Fue su mejor conjetura.

― Quiere la casa. ¡Mi casa!

― Ah. Eso es... ¿Puede hacer eso? ― ¡Qué completo mal nacido! ¿Por qué un buen tipo como Seungcheol había estado con él?

― No, no, pero sí puede fastidiarme y quejarse y amenaza con demandarme y joderme. ―Seungcheol suspiró―. Alega que era nuestra casa. La diseñé. La construí. Pagué por ella.

― ¿Pensé que rompió contigo? ¿No se supone que él que rompe la relación es un imbécil?

― Sí. ―Seungcheol suspiró, se frotó la parte trasera de su cuello―. No me gusta meterme en estas mier... estas cosas.

― Apuesto que no. ¿Hay alguien al que necesites llamar? Como un abogado o algo por el estilo

― Voy a hablar con Jeonghan más tarde. En este momento, sólo quiero mi café y creer que el día va a mejorar. ―Seungcheol le hizo un guiño y esa cálida sonrisa lo afectó, directamente a sus bolas―. ¿Cómo estás, Jihoon?