Pero Lu Cang claramente no apreciaba su bondad. Después de estar aturdido por un momento, con rapidez comprendió claramente las circunstancias. Se levantó y se sentó en la cama. Sus ojos ni siquiera querían dedicar un vistazo a Jing, más bien, enfocó su vista en el interior de la cama.
—¿Dónde están Cao Xin y los demás?— preguntó.
—Yo los he enviado a Hangzhou— Era raro que Jing fuera tan honesto, probablemente porque él podía ver claramente la mirada cansada en el rostro de Lu Cang.
Lu Cang agarró la ropa que estaba a un lado de la cama y se la puso. Sin siquiera mirar a Jing, dirigirse a la puerta era lo único que ocupaba su mente.
—¿A dónde vas?— Jing perdió los estribos y se enojó. Era plenamente consciente de que su paciencia ya se había empujado hasta el límite. Se puso de pie y bloqueó el camino hacia la puerta, pidiendo una respuesta con un tono rígido.
—Quiero volver a Hangzhou— Lu Cang fue directamente a la puerta, sin importarle que Jing estuviera bloqueando el camino, así que terminó chocando con el pecho de Jing.
Jing utilizó rápidamente sus dos manos para sostener a Lu Cang en un abrazo: —No tienes permitido salir a ninguna parte. Comportarte y obedientemente permanece aquí.
Sus manos afanosamente acariciaron la espalda de Lu Cang para consolarlo y calmar su agitación. Este era el gesto favorito de Lu Cang. Cada vez que Jing hacia esto, su amante no podía dejar de gemir felizmente.
Sin embargo, esta vez, Lu Cang estaba disgustado, él se movió hacia un lado, deslizándose y liberándose del fuerte agarre de ese pecho.
—¡No me toques! Si quieres abrazar algo, ve y aférrate a tu maldita corona.
Jing, nunca había visto este tipo de disgusto en los ojos brillantes de Lu Cang, aturdido por un momento, inconscientemente, dejó que Lu Cang se deslizara de su abrazo.
Ambos se miraron el uno al otro a los ojos como si enfrentaran a un extraño. Por fin, Jing suspiró y suavizó su tono: —Xiao Cang, no seas insensato ¿de acuerdo? Me doy cuenta de que mi castigo anterior fue demasiado lejos, no puedo culparte si estás enojado. Pero realmente hiciste que perdiera la calma, haciendo imposible que pudiera tratarte de un modo sensato frente a mis servidores. Por favor, no seas así, ¿está bien?
Si tan sólo su boca no doliera como el infierno a causa de la piel rasgada en su lengua, desde hace mucho tiempo, Lu Cang hubiera soltado un torrente de palabras abusivas.
Pero, por ahora, sólo podía elegir las palabras precisas a pronunciar: —¡Piérdete!
Sus ojos estaban muy frígidos. Jing de repente extrañó y anhelo por el Lu Cang de antes: El Lu Cang de esos días quien, no importa lo enfadado que estuviera con Jing, sus ojos miraban a Jing siempre con ese interminable fuego ardiente. Sus ojos que llenos de amor mezclados con deseo anhelante siempre podrían hacer que Jing estuviera seguro de su amor.
Pero en este mismo momento los ojos de Lu Cang estaban sobrios y tranquilos, limpios y brillantes, como si esa pequeña semilla de fuego se hubiera extinguido.
—¡¡No!!— Jing comenzó a entrar en pánico. Estaba nervioso. Sin embargo, todavía se contuvo en no profesar una disculpa. Rápidamente sostuvo a Lu Cang y lo presionó en la cama. Su mano fue a tientas acariciando las nalgas sensibles de Lu Cang.
—Si quieres hacerlo, entonces hazlo. Pero no pienses que será posible que te perdone—Lu Cang estaba completamente rígido. Jing perdió su interés de inmediato.
—¡¿Qué es exactamente lo que quieres?!— Jing finalmente explotó. Gritó y se arrastró por el cuerpo de Lu Cang. Aunque Lu Cang supone estar haciendo todo lo posible para contenerse, sin embargo, la acción de ahora, evidentemente, había despertado el dolor en la boca de su herida. Incluso si se resistía a duras penas no gritar, sus ojos se volvieron blancos y crujieron del dolor.
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FLOR DE DRAGÓN (Completo)
FanficADVERTENCIA: Esta es una obra de género Yaoi (Chico x Chico) Contenido de violencia sado y sexo explícito, que puede herir la sensibilidad del lector. Titulo: Hua Hua You Long (Flor del Dragón), del Autor: Xing Bao Er. Les deseo una feliz o perturb...