『 𝖧imouto 』 (Len X Rin) +18

Capitulo 2 - Hermano Mayor 💛

Len salió del auditorio con el corazón golpeando en su pecho, quiso ser egoísta, ni si quiera pensó cuando dijo esas palabras cuando la miro a los ojos, solo quiso hacerlo para que entendiera que lo sentía, para el poder sentir que era perdonado, y cuando vio el alivio reflejado en su rostro y la hermosa sonrisa que le dedico solo para él, la culpa que lo había estado ahogando desapareció, y se sintió tan feliz, luego aquello dio paso a ese repugnante y atroz sentimiento que lo atosigaba cada que estaba demasiado cerca de ella, se sintió como si un camión lo atropellara. Ahora se encontraba detrás del gimnasio apoyado en una pared con una mano, y con la otra presionada en su pecho, después de regurgitar gran parte de su desayuno, ahora estaba tratando de respirar con normalidad.

Hace mucho que no le pasaba esto, aprendió a lidiar con ello, pero ahora tendría que ver a Rin en la escuela, ya tenía suficiente viviendo con ella, este lugar era su escape, podía hablar con quien quisiera sin que notaran lo que lo atosigaba, sin tener todo el tiempo la guardia en alto cuidando cada palabra que decía. Escucho unos pasos dirigirse a él rápidamente, preocupado de que se tratara de Rin, intento pararse derecho y darse la vuelta, lo único logro solo fue terminar de desplomarse de espaldas contra la pared, y dirigirse hacia la persona que llego con una mirada cansada, se sintió aliviado de ver quién era.

"¡Vicepresidente!, ¿se encuentra bien? ¿Está enfermo? ¿Debería informarle a un profesor, tal vez?"- Se trataba de la secretaria del consejo, Miki, en su voz se notaba lo preocupaba que estaba, era una chica despistada pero muy amable, e igual a Miku estaba en ultimo año y se suponía mayor que él, pero ella siempre se dirigía a él así con tanta facilidad, él la consideraba una apreciada amiga.

"No te preocupes, solo me sentí mal, pero ya estoy mejor."- Le regalo una sonrisa cansada, lo último que quería era armar todo un embrollo sobre esto, y preocupar a esta amable persona.- "¿Podrías ayudarme a llegar a la enfermería? Necesito recostarme un rato."

"Por supuesto que lo hare, apóyese en mi hombro."- Le agarro el brazo derecho y lo dejo caer sobre sus hombros, mientras dejo que el apoyara parte de su peso en ella, lo bueno era que eran de la misma altura o si no hubiera sido un problema, sus cuerpos se presionaron juntos mientras subían las escaleras hacia el segundo piso, Miki empezó a hablar.- "La presidenta me advirtió, que hoy era un día importante para usted, y que probablemente no se sentiría bien, no le creí pero al verlo así, entiendo ahora la preocupación de la presidenta."

"Miku te lo dijo ¿eh?"- Len dejo salir una voz sombría, en su mente recordando la cara de Miku, sabía que esto pasaría y que él no podría con ello, si se preocupaba tanto tendría que haber estado junto a él y no en otra parte.

"No te preocupes, vicepresidente, no me dijo el porqué solo que pasaría."- Llegaron juntos a la enfermería, la enfermera no estaba, hoy no había venido temprano así que no había nadie más que ellos, dejando a Len sentarse en una de las camas, Miki volvió a hablar.- "La presidenta también me pidió que le dijera unas palabras si esto ocurría."- Miki se aclaro la garganta sintiéndose incomoda, mientras Len se preparaba mentalmente para lo que venía.- "'Len puedes hacerlo, con esa clase de sentimientos solo hay que aceptarlos de una vez y ya no luchar con ellos, te estás lastimando y a ella, ninguno tiene la culpa'."

Len sintió como su corazón se rompía nada lo preparo lo suficiente para aquello, entonces en un ataque de egoísmo, le rodeo la cintura a Miki con los brazos, provocándole que ella saltara y pegara un pequeño grito de la sorpresa, aun así fortaleció su agarre para que no se soltara y apoyo la frente en su estomago, entonces empezó a sollozar fuertemente y sus lagrimas cayeron de sus ojos, necesitaba esto y mucho.

"¿Vicepresidente?..."- Miki se sorprendió enormemente, su vicepresidente siempre era fuerte y maduro, un total ikemen e incluso la hacía sentir que era menor que él, nunca lo había visto así, la presidenta y el trabajaban duro en su trabajo en el consejo, jamás la criticaban cuando se equivocaba, en vez de eso la ayudaban mientras reían juntos, y ahora que lo veía así, le recordaba a un pequeño niño solo y triste.- "Ya, ya, no te preocupes, todo va a estar bien..."- Sus palabras eran suaves y calmantes, mientras acariciaba con cariño su cabeza, eso debió calmarlo, sus sollozos se calmaron y ya no eran tan fuertes, y el agarre en sus brazos ya no la estaba presionando.- "Esta bien, está bien, estoy aquí, no me iré."- Sintió como el susurraba con demasiada delicadeza y vulnerabilidad, 'Gracias', sus ojos también se llenaron de lagrimas pero no se permitió derramarlas.