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El verano apenas estaba iniciando, por eso, si las agujas del reloj apuntaban cerca de las 7:00 pm, no era inusual sentir al viento helado golpeando contra su rostro sin delicadeza. A su vez, eso provoca que Jungwon se hundiese un poco más en la espalda del mayor, tratando de conservar el poco calor que sus mejillas insistieron mantener hasta ese momento.

Desconoce el paradero al que el mayor lo estaba llevando, pero lo que sí sabe, es que no había sido muy lejos, tal vez menos de lo que él hubiese querido.

Mentiría si dijera que le sorprendía encontrarse frente a la cafetería a la que se había dedicado visitar semanas enteras por lo bonita que le parecía, interesándose más desde un principio por la estética que la conformaba que por las mismas malteadas que vendían (las cuales tampoco podía desvalorar, mucho menos cuando el amable mesero que atendía el lugar se empeñaba en regalarle una galleta de acompañamiento en forma de ovejita, alegando insistentemente que se parecía a una).

Jungwon se baja del vehículo seguido de Jay, quien guarda la llave de este en el bolsillo de su pantalón justo antes de acercarse a él para entrelazar sus manos. La sonrisa que le regala el rubio después de eso lo llena de seguridad, la suficiente como para impulsarlo a pararse ligeramente de puntitas y plantarle un besito en la mejilla.

Entonces, entran. Y aunque el menor hace el amago de elegir una mesa (la primera que compartirían juntos) Jay, por el contrario, camina directamente hacia la barra.

Soobin los observa, sonriendo apenas nota que sus manos siguen conectadas.

''Quiero hacer un pedido especial''

El muchacho de hebras celestes asiente, separándose momentáneamente de la barra para dirigirse hacia los ganchos de ropa situados en una pared ligeramente apartada de donde estaban, descolgando un llavero para sacar una de las tantas llaves que este tenía antes de volver a colgarlo en su lugar, justo a un lado de un enorme saco color beige.

''El jefe no vino hoy, quédense el tiempo que gusten'' dice Soobin una vez se encuentra nuevamente frente a ellos, entregándole la llave al rubio.

Jay asiente, tirando apenas de la manito de Jungwon como indicación para que lo siguiese. Este último recibe un pequeño guiño por parte de Soobin antes de alejarse más, incluso si no comprende con exactitud a qué se debió eso, siente calor en el momento que palpa su rostro con su única mano libre.

Suben por unas escaleras que los conduce hasta una pequeña base hecha con el fin de rodear a la única puerta que bloquea el paso; el ruido de la llave anteriormente entregada girando en la cerradura logra ponerlo más ansioso.

Jungwon olvida su fachada tranquila en el momento que sus orbes divisan todo lo que hay del otro lado, porque le es simplemente imposible no reaccionar ante esa bonita imagen.

La terraza del local. No era de lo más extravagante, solo lo suficiente como para poder deducir que allí abundarían personas ni bien llegaran a determinada época del año.

''No pusieron las mesas aún porque todavía está algo fresco'' le dice el mayor al mismo tiempo que lo guía hasta el barandal de mármol.

Jay apoya sus antebrazos sobre el mismo, alzando ligeramente su rostro mientras deja que el viento lo golpee y desordene sus rubias hebras.

''¿Siempre vienes aquí?''

''Sí, incluso en invierno'' responde con tranquilidad sin voltear a verlo, deleitándose con el espectáculo de colores que el cielo les estaba brindando ''Pero solo cuando está en desuso. Es relajante''

''¿Y tus amigos?''

''Ellos no disfrutan tanto de la tranquilidad como yo'' sonríe.

Velvety ||JayWon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora