Historias Cortas

El reino noble... no tan noble

Érase una vez, hace muchísimo tiempo, existió un reino, del que no todos han oído hablar. En este reinaban nada más y nada menos que, los nobles de Galloway. Cada uno más ambicioso que el anterior.

Su primer rey, llamado William, quien gobernaba con sabiduría y humildad, tenía dos hijos, Frederick, su primogénito y Alexander, el hijo menor.

En un principio había planeado que Frederick heredara la corona, como le correspondía, sin embargo, cuando los Galloway se encontraban en plena guerra por el trono, las familias más fuertes se unieron en contra de ellos, donde su hijo mayor murió liderando las tropas. De esta forma el heredero al trono pasó a ser, su segundo hijo, Alexander.

Pero, había un problema. El rey, tenía dos hermanos menores, Charles y Alfonso, quienes en su momento lucharon junto a él en la guerra por la corona. Pese a esto, ambos eran codiciosos.

Charles, a pesar de exceder la edad para gobernar, tenía también dos hijos, Henry, su primogénito, a quien crio imponiéndole la idea de que él debía ser el siguiente rey, y su hijo creció creyendo todo lo que su padre le decía, sobre que era su destino, su deber y derecho como noble. Siendo ahora, una simple marioneta de su padre. 

Edward, su hijo menor, de apenas 18 años recién cumplidos, era todo lo opuesto a su hermano mayor, ya que su padre nunca se dedicó el mismo esmero a su crianza, pues sabía que para cuando tuviese la edad apta para ser rey, ya sería muy tarde; por esto mismo Edward creció siendo muy unido a su primo Alexander, y estaba de acuerdo con que heredara el trono, pues ambos habían sido criados por el rey, y sabía que no había mejor heredero al trono que su primo. Sin embargo, el desconocía hasta ese momento, los planes de su padre.

Alfonso, como hermano menor, nunca tuvo la atención que quería, ya que toda se la llevaban sus hermanos mayores, justo por esa misma razón. Lo que le dio vía libre para hacerse con uno que otro contrato y/o adquisición ilegal. Así que, teniendo la edad apropiada para gobernar decidió tomar la oportunidad, aun sabiendo los planes que el rey tenia para su hijo. Ambos hermanos del rey, lo sabían.

El momento crucial llegó, cuando el rey ya preveía su deceso. Dando a los hermanos del rey la oportunidad de poner en marcha sus respectivos planes. Alfonso, para aprovechar la situación, hizo creer a Charles que estaba de su lado, lo que obviamente no era así. Mientras Charles buscaba la manera de deshacerse de Alexander, Alfonso buscaba la manera más segura de deshacerse de Henry, y así tener el camino libre al trono.

Lo que los hermanos del rey no tomaron en cuenta es que cierto chico sospechaba de ellos, pero al ser considerado joven e ingenuo, fue excluido y descartado como posible amenaza.

Edward, luego de confirmar sus sospechas tras haber escuchado una conversación entre su padre y su tío, no dudo en contárselo al rey, que lejos de estar sorprendido, ya se lo esperaba. Así que, él también puso en marcha su plan, para proteger a su hijo y lograr que llegara al día de la coronación... con vida.

Alfonso, al no compartir sus planes, nadie sospechaba de sus intenciones para su sobrino, Henry. Así que, imaginen el desconcierto de todos los miembros de la nobleza cuando una mañana, el hijo mayor de Charles, quien se encontraba devastado, fue hallado sin vida en una de las torres externas del castillo. Nadie lo veía venir.

Y aún más desconcierto causó la declaración que hizo el príncipe Alexander dos días después, rechazando la sucesión al trono. Lo que dejaba a un único candidato para heredar la corona. Nada más y nada menos que a Alfonso.

Nadie nunca supo qué fue lo llevó a el príncipe Alexander a tomar una decisión tan repentina. Las malas lenguas dicen que fue por una plebeya, otros dicen que se acobardó y que no contaba con las cualidades que debía tener un futuro rey.

Alfonso, para asegurar su nueva posición, se deshizo de la única  persona que representaba una potencial amenaza, su sobrino Edward, exiliándolo del reino, acusándolo de haber sido el culpable de la muerte de su hermano mayor.

A Edward no le sorprendió la decisión de su tío, esto solo le confirmó lo que ya sospechaba. Que su tío era el responsable no solo de la muerte de su hermano, sino también de la decisión de su primo para desertar como heredero al trono. Acepto sin poner resistencia, pero se prometió volver, y vengar la muerte de su hermano y ayudar a su querido primo.