Lugar Seguro

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MOON BIN

Mientras hablaba con Dong Min en la puerta de su casa pude escuchar unos pasos acercarse, el olor a su madre estaba cada vez mas fuerte golpeando en mi nariz, supe en ese momento que debía correr y esconderme, pero no podría hacerlo por siempre, debía enfrentarlo de todas formas algún día él me presentaría a su familia. 

-Min olvidas tu teléfono.- ella volteo a verme y agradecí en ese mismo momento que mi poder sea meterme en la mente de las personas y hacerles ver lo que yo quisiera, un apuesto adolescente de pelo rosado y musculoso, exacto como me veo pero con diferente rostro. 

-Tu debes ser Moon Bin eh oído hablar mucho de ti.-

-Mamá ¿Qué te dije de hacer eso?-

-Lo siento, ¿Quieres pasar a tomar un café? Me encantaría conocerte.-

-Seria todo un honor señora Cha.-

La madre de Min me observo mientras entraba por la puerta con total seguridad y pude escuchar sus pensamientos de tranquilidad, ella estaba agradeciendo que no fuera uno de ellos.

-Entonces Moon Bin, ¿Qué edad tienes?- pregunto sirviendo tazas de te.

-Tengo 18 años.- respondí mirándola mientras ella caminaba hacia la mesa dejando las tazas sobre la mesa.

-¿Como se conocieron?-

-Mamá ya para.- dijo Dong Min clavando la mirada en su madre.

-Tranquilo, ella solo quiere protegerte.- dije tomando en mis manos la taza de te, el solo olor del amaranto dentro del agua me daba nauseas, agradecí en ese momento a Krystal quien nos obligo a beber esa flor desde que nos conoció, de esa forma si algún día alguien sospechaba de nosotros, al dárnosla de beber no nos quemaría como debería. Bebí un gran sorbo y pude notar la mirada penetrante de su madre sobre mi. - Nos conocimos en el instituto, vamos al mismo año. Por cierto el te esta delicioso.-

Ella sonrió y se sentó frente a mi bebiendo su te, cualquier tipo de sospecha se fue en el momento en que bebí el te sin mover un solo musculo. Dong Min puso su mejor cara bebiendo su te y dio un suspiro al terminarlo. -Es el mejor te que eh probado en toda mi vida.- dijo levantándose y tomando mi mano. Eso significaba que el amaranto solo lo puso en mi bebida, buena jugada señora Cha. -Estaremos en mi habitación.-

-Deja la puerta abierta.- grito la madre mientras subíamos por la escalera.

-¿Jinwoo no esta?- pregunte viendo la puerta de su habitación cerrada.

-Fue con MJ a no se donde.- respondió entrando y cerrando la puerta de su habitación.

-Creí que debíamos dejarla abierta.- dije sonriendo al verlo acercarse a mi.

-Las reglas se hicieron para romperse.- respondió enredando sus brazos en mi cuello y mordiendo suavemente mi labio inferior.

Con mis manos en su cintura lo levante enredando sus piernas en mi cintura mientras caminaba hacia su cama, al apoyarlo sobre esta comenzamos a besarnos suavemente mientras él levantaba mi camisa de a poco acariciando mi espalda, recorrí mis manos en sus piernas abriendo nuestra boca metiendo mi lengua recorriéndola con la suya enredándolas y apretando fuerte sus piernas al intensificarse el beso. 

Me separe de sus labios y lo mire con mis ojos oscuros, él acaricio suavemente mi rostro mordiendo sus labios. -Te quiero.- dijo suavemente en un susurro, sonreí metiendo mis manos dentro de su remera acariciando su cintura y volví a besar sus labios abriendo y cerrando nuestras bocas lentamente sin ningún apuro. -También te quiero.- respondí sobre sus labios.

Deseo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora