XVIII - Barreras

99 7 0
                                    

 "La gente teme la muerte incluso más que al dolor. Es extraño que teman a la muerte. La vida duele mucho mucho más que la muerte. En la muerte, el dolor ha terminado" - Jin Morrison

________________________________________________________________________________

Esa mañana, al salir al balcón privado de su camarote, el Comandante miró el mar revuelto e intentó alejar la inquietud que sentía en sus adentros. Observando el trabajo rutinario del puerto se sentía inusualmente intranquilo.

Se bañaba con la luz del sol cuándo el helicóptero negro surco el cielo aterrizando en el barco, se dijo asimismo que no había porque alarmarse sabía quien era y aún así le pareció extraño el motivo de su visita.

– Si pasas tanto tiempo en el barco porque no estás bronceado, estás enfermo?.

– Nunca tienes la costumbre de saludar.

– Ok, ven para acá también te daré un besito – el Comandante le dio una mirada severa – Necesitamos hablar a solas.

– En cuánto te vayas la tendré que mandar arreglar lo que sea que hiciste, así que ahorremos tiempo.

– Finalmente supiste como meterte dentro de sus pantalones – Mr. Kilpman lo vio sin una expresión en el rostro, el Comandante saco un cuchillo que terminó encajándose en el brazo de su invitado.

– Qué mal humor tienes hoy – repuso serio quitando el proyectil la herida poco le importaba – Tenemos problemas.

– De que tipo?

El invitado aventó en la mesa dos pequeñas bolsas de plástico con colores neones, de frente tenían las letras Tw enlazadas.

– Linda podrías traer un botiquín no quiero seguir manchando su hermosa alfombra victoriana.

Mr. Kilpman no se movió al no recibir respuesta del Comandante.

– Y bien?

– Antes eras mas listo, la de tu derecha es la que siempre han vendido, podemos decir la tradicional y la otra se parece tanto a tu producto que es cómo si fuera realmente tu droga.

– Pruébalas.

El invitado abrió cada bolsa probando su contenido, dio una vuelta completa enfrente de los demás.

– Dejemos los juegos Takashi.

– El idiota de Teddy está metido todo el día en las faldas de sus "estrellas en ascenso", que no se da cuenta que están vendiendo nuestro producto enfrente de nuestras narices. 

El Comandante asintió y Mr. Kilpman tomo los dos sobres saliendo de la habitación, pronto descubrirían la verdad o era otra jugada de Takashi para quedarse con Japón.

– Dónde lo tienes? El muy gallina se escondió cuándo lo fui a buscar, ya vino a llorarte y suplicarte por una oportunidad más.

Mr. Kilpman regresó y con un simple vistazo el Comandante supo que ahora no eran quejas sin sentido.

– Hace cuánto lo fuiste a ver?

– 2 semanas, el producto ya tenía circulando un mes y espere a que pusiera orden, pero el maldito seguía con la cabeza en las piernas de una adolescente.

– Takashi apreció que me hayas informado, me encargaré de hablar con Teddy.

Las palabras fueron cordiales, sin embargo Takashi sabía que no confiaba en él, porque de ser así le hubiera pedido quedarse, sin querer armar un alboroto, se retiro.

Esto es Guerra *Chaesoo *JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora