XIII - El Emporio II: Confrontación

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"Cuídate de dispersar tus fuerzas; por el contrario, procura siempre concentrarlas. El ingenio cree poder hacer todo cuanto ve hacer a los demás, pero luego se arrepentirá de cada intento malogrado - Johann Von Goethe".

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En el puerto los contenedores estaban apilados estratégicamente, acomodados para resguardarlos y acceder a la mercancía de forma sencilla.

– Otra vez tú – negó – Cuándo conoceré al Comandante.

– Cuándo seas digno.

El Emporio te podía hacer cualquier trabajo siempre y cuándo pagarás bien, por seguridad todos los empleadores tenían un código, sólo entrabas a ese círculo a través de una invitación y quién te recomendaba respondía por ti.

En este caso al no encontrar quien le diera la bienvenida había tenido que llegar a ellos de otra manera.

– Tengo poco tiempo hablemos de negocios.

– Dónde está la mercancía?

El invitado dio las órdenes abriendo algunos contenedores cercanos, había cajas apiladas por doquier, Mr. Kilpmam y los agentes del Emporio se acercaron abriendo una por una, había rifles de francotirador, fusiles, bazucas, lanza misiles, todas armas del ejército.

– Faltan AK-12 y granadas.

– Revisaste bien? Puede que estén por ahí y no las hayas visto.

Con rapidez Mr. Kilpmam tomó un fusil y disparó al guardia de seguridad del invitado, este cayó por el impacto que había dado justo en medio del chaleco.

– Algún otro comentario.

Cómo se dio cuenta? Puse un cebo para que cayera, el invitado hizo un asentamiento de cabeza y sus mercenarios abrieron el último contenedor, donde se encontraban las armas faltantes resguardadas en cajas de madera.

– La próxima vez que quieras bromear el trato se cancela.

No imaginaba el Emporio tuviera un sistema de inventario y mucho menos fuera ella quien lo llevará mentalmente, la única forma de percatarse del material faltante es tener memoria fotográfica y al parecer Mr. Kilpmam la tenía, oculto su asombro. 

– No volverá a suceder, podemos hablar?

Mr. Kilpmam le indico la siguiera, cuándo los aliados del invitado dieron un paso ella negó.

– Sólo tú.

Los demás se quedaron esperando, caminaron a través de los contenedores, hasta llegar a un cuarto de paredes de vidrio perfectamente iluminado. Este tipo de habitaciones son conocidas por bloquear cualquier señal, nadie podía grabar lo que se dijera ahí adentro, todo es calculado con extremo detalle.

– En que te puede ayudar el Emporio?

– Quiero a dos miembros que pertenecieron a las fuerzas especiales. Se llaman Manoban Lalisa y Kim Jisoo, en el momento preciso quiero que las secuestren.

– Lo que has pagado no corresponde a lo que quieres comprar.

– Recibirán el pago una vez hecho el trabajo.

– No trabajamos así Sr. Tuan – inconscientemente Mark dio un paso atrás – Sabemos quién es usted y su familia, su Padre está involucrado?

– El negocio es mío.

– Entonces tiene una forma de pagar?

– La tengo – mintió – La mercancía de hoy será tomada en cuenta, pagaré el resto con capital.

Esto es Guerra *Chaesoo *JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora