JoJo's Bizarre Adventure: Distorted Lie [Jojo's OC]

#6, Alerta total

Tomar un descanso nunca hace mal, puede ser la perfecta oportunidad para dejar ir las preocupaciones por un momento, despejar la mente y solamente disfrutar de un rato sin hacer nada para reponer energías. No obstante, ellas debían permanecer atentas a sus alrededores, no sabían cuando podría aparecer un asesino enviado por el nuevo DIO. Ni siquiera podían darse el lujo de disfrutar un platillo local. Podían comerlo, pero no disfrutarlo, todo gracias al constante estado de alerta en el que debían permanecer. La gastronomía local era conocida por un gran uso de especias y un fuerte sabor picante en sus platillos, pero no podían darse el lujo de saborear cada bocado para percibir esos sabores, resultando en un plato que les parecía insípido cuando el resto de comensales elogiaban o se quejaban del sabor.

Podrían tener el estómago lleno pero seguían sintiendo como si no hubieran comido nada en primer lugar. De un modo u otro, debían mantener el estado de alerta, el tener los rostros de sus posibilidades asesinos no les permitía saber cuando aparecerían ni les daría ninguna ventaja notoria. Según Joy, una simple caminata por la ciudad serviría para despejar sus mentes de manera eficaz, o al menos le funcionaría a ella. Pese a que la propia Zeppeli con quién viajaba fue quien le aconsejó mantenerse alerta, era quien parecía estar más tranquila al respecto. Desde que habían llegado a la ciudad cargaba consigo un libro un tanto grueso que leía cada que tuviera la oportunidad. La azabache intentó leer el título del libro pero una parte estaba en italiano y la otra en un idioma que no conocía pero identificó por su escritura, ruso. El poco italiano que conocía le fue suficiente para traducir una palabra de la cubierto del libro.

— Dizionario... ¿Estás leyendo un diccionario italiano-ruso? —la contraria asintió como si fuera lo más normal del mundo.

— Llevo menos de la mitad, en cuanto lo termine hablaré el idioma a la perfección. —realmente parecía interesada en los idiomas, por si conocer cuatro no le fuera suficiente un quinto estaba añadiéndose a su "base de datos".

Las calles de Nueva Orleans tenían varias cosas que ver, desde restaurantes con comida de lo más variada hasta músicos tocando alegremente para animar las calles. Un paisaje algo pintoresco, cualquier turista seguro disfrutaría su estadía. Lástima que ellas no eran turistas. Temiendo por su seguridad al estar en las calles, regresar al hotel para organizarse sería una buena manera de pasar el rato de forma de segura.

Su habitación no sería un búnker, pero al menos era un lugar donde sería más difícil tomarlas por sorpresa gracias al pequeño sistema de vigilancia de Cynthia. Mientras se atrincheraban en la recámara, podían aprovechar para darle un repaso al plan a ejecutar con cada esbirro del nuevo DIO: Vencerlos en combate, interrogarlos hasta conseguir toda la información posible, entregarlos a la policía y armar el rompecabezas con la información que obtenían. Si llegaban a ponerse tercos o se negaban a cooperar, habría que recurrir a la tortura de Cynthia. En caso de que la situación se volviese más peligroso de lo esperado, la única opción restante sería la eliminación del asesino que enviaran por ellas. El plan llegaba a sonar hasta siniestro, pero era la única manera de garantizar su supervivencia ante enemigos presumiblemente fuertes.

— Estuve pensando. —mencionó la rubia de la nada.— Realmente no debes venir conmigo, aún tienes mucho que vivir, mi destino está sellado desde que conocí a tu familia. No deberías perder el tiempo tratando de ayudarme, puedo luchar por mi cuenta, no tengo el título de campeona por nada. —nuevamente ofrecía una oportunidad de retirarse, estaba al tanto del riesgo que corría y no quería poner en peligro a otros.

— Parece que no te quedó claro de hoy en la mañana. Te ayudaré en todo lo que pueda, si vas a enfrentar sujetos peligrosos al menos lo harás con un pequeño respaldo. —el tono de voz con el que hablaba demostraba su confianza en sus capacidades, aún sabiendo que no eran la gran cosa.