Capítulo 3

301 28 20
                                    


—¿Estás bien?—No podía creer que el mismisimo Louis Tomlinson estuviera en el baño, conmigo. Hablandome.

—Lou, y-yo..—Fui interrumpido por el ojiazul.

—Solo pregunté si estabas bien, eso no te da derecho a hablarme. —Lucía mal, su cara estaba delgada, estaba pálido, hacia mucho que no lo veia tan de cerca.

Lou estaba mal.
Y es por mi culpa.

Salí del baño caminando directo a biología.

*****

El día pasó rápido, aburrido, monótono. Como siempre, cuando llegué a mi casa mi mamá, mi terrible mamá estaba sentada en el sofá, mirando sus revistas, esas tipicas mujeres que miran revistas donde quieren comprarse algo bonito por que a la modelo le quedó bien y cuando se lo compran terminan botándolo, quejandose o regalandolo.

—Harry, hijo. Sientate, quiero hablar contigo. —Escuché la voz de mi madre y fui caminando hasta donde ella, sentandome a su lado.

—¿Que sucede..?—La miré atento.

Ella cerró su revista, me miró a los ojos y extendió sus manos. Sabía a que se refería.

Mis ojos se llenaron de lagrimas, sabía que mamá me controlaba y odiaba eso con mi alma, es mi vida, mi sufrimiento.

Extendí mis brazos y ella subió la manga de mi chamarra, mirando los cortes. Sentí como se tensó y subí la mirada a ella.

—Llamó la madre de Aaron Collins. Se disculpó por que Aaron te golpeó. —Ella soltó mi brazo y cubrí rápido mi brazo con la chamarra.

—¿No llamó Louis? —Susurré, mirando al suelo.

—Cariño, has preguntado eso cada día, debes olvidarlo..—Mi cara se tornó roja y me levanté brusco.

—¿¡Quieres que olvide al amor de mi vida como si nada!? ¡Por él sufro día a día mamá, día a día! ¡Y no voy a rendirme hasta que él vuelva a mis brazos! —Corrí a mi habitación, hecho una furia. No quería escuchar, ni ver a nadie. Cerré la puerta con seguro y me senté en mi cama, llorando desconsolado.

Realmente me tenía cansado vivir, Louis no estaba, practicamente. Nadie me hablaba. Mi vida era una mierda, nadie me defiende, nadie me ayuda, nadie me quiere.

Me levanté rápido de la cama y tiré las almohadas al suelo, corrí al espejo y le di un puñetazo, rompiendolo en pedazos. Un pedazo se clavó justo en la palma de mi mano, lo quité, haciendo una mueca de dolor y lo arrojé al suelo.

Caminé al baño, entré y abrí el grifo del agua, controlandola, hasta que la bañera tenga la temperatura correcta.
Me introduje en ella y comencé a llorar, abrazado a mis piernas, sufriendo, deseando morir.

Louis es el amor de mi vida y no puedo tenerlo. No puedo seguir adelante, como si nada. Cuando por mi culpa Louis está delgado,destrozado, malo. Louis pertenece a mi, no a esos idiotas.
Louis necesita de mi, así como yo de él pero nada iba a cambiar lo que mierda le hayan metido en la cabeza.

Yo, tengo que sufrir por algo que no se como se provocó, no se solucionarlo. No se manejarlo.

Todo el tiempo deseaba que cuando salga me atropelle un auto, que me den un golpe y me maten. Deseo morir pero nunca pasa nada.

Me hundí en el agua, tratando de ahogarme, aguanté allí abajo, por mucho tiempo, cerré mis ojos aun abajo del agua, mis oídos estaban tapados. Sentí presión en mi cabeza y solo me dejé llevar, luego de un momento a otro ya no escuchaba, sentía, ni podía abrir mis ojos.

Estaba parado frente a un Louis llorando, un Louis desesperado, tomando pastillas queriendo suicidarse.
Grité para que se detuviera pero mi garganta se había roto, no emitía ningún sonido, vi a Louis desmoronarse, en el suelo, cerrando sus ojos de a poco. Quise agacharme y sostenerlo en mis brazos, pero fue imposible por que todo cambió drásticamente a cuando eramos pequeños, veía a Louis agachado recogiendo hojas secas, ríendose. De mis ojos caían lagrimas, hacía mucho no veía a ese Louis, al Louis feliz. Mi llanto era de felicidad, nostalgia y no de tristeza, extrañaba esa época en la que todos eramos felices, sanos, y estabamos juntos.

Vi que el pequeño Louis dejó de reír, su expresión cambió a una seria, su cuerpo iba cambiando, se volvía cada vez más alto, unos vellos salían en su barbilla, ojeras en sus ojos, un cuerpo muy delgado, cubierto por ropa. Era el Louis de 18 años. Ese Louis que vi hoy en el baño, corrí hacia él pero su imagen iba cada vez más lejos a medida que me acercaba.

—Harry.. — Un susurro se hizo presente, sonaba a la voz de mi madre. Cada vez iba más fuerte y aterrador.

—Harry —Dejó de ser un susurro para convertirse en la voz de tono normal.

—¡Harry! —Ese grito desgarrador hizo que todas las imagenes de mi infancia y adolescencia pasaran como un rayo hasta quedar todo oscuro.

Un molesto pitido se escuchaba repetidas veces. Una, dos, tres.
Un llanto desconsolado por encima de ese pitido, intenté mover mi cuerpo pero no podía. Abrí mis ojos lentamente y me encontraba en una habitación blanca, una maquina estaba a mi lado y sentía una molestia en mi nariz.
Volteé un poco y vi a mi madre cubriendo su cara con sus manos, llorando.

—Ma.. —Susurré con un hilo de voz, intentando llamar su atención, ella levantó su mirada y enseguida limpió sus lagrimas.

—Harry, hijo, ¿Por qué? ¿Por qué hiciste esto? Mírate. —Su voz estaba quebrada y me miraba fijamente.

Logré bajar un poco mi mirada viendo mi mano vendada y un tubo que al parecer estaba enganchado en mi nariz. Si, me había muerto por unos instantes.
Ahogado.

Me quedé en silencio, mirándola, recordando cuando era feliz, y su sonrisa no era falsa. Cuando mi padre estaba con ella. Cuando le era fiel.

Lo único que me hubiese gustado, era que ella me hubiera dejado morir así no tenía que ser más la carga de nadie, ni el sufrimiento de nadie.

~~~~~~~
Holaaa /u\ quería agradecer a todos por leer mi novela, espero en serio les guste.
Por el momento Harry va a ser un chico.. ¿Suicida? Si, eso, pero con el tiempo van a pasar cosas que cambie la vida de Harry, todo tiene que ver con la relación con Louis,nuevos amigos, quizás nueva secundaria y nuevas emociones. Ya van a ver
Eso es todo, bye ●﹏●

Invisible || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora