La casa del Sr.Perferecto

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Finalmente quedé con David en ir a su casa para hacer el trabajo de mates.

Bueno, más bien le obligué a ir a su casa. Ya que no iba a dejar que ese tío entrara en mi casa. Ni loca.

Así que estaba dirigiéndome a la casa del Sr. Perfecto, pero me sentía incómoda. Estaba siguiendo el mapa que me dio David, pero desconocía esa parte de la ciudad. Lo único que se podía ver eran callejones oscuros con tíos que daban mucho miedo. Uno de ellos me cogió del brazo y me empotró contra la pared del callejón.

En ese momento solo podía pensar en llamar a mi mamá y decirle: 

"¡Ay mami que me violan! ¡Sálvame!"

El chico me agarraba fuerte de los hombros para que no me escapara. Pero daba igual si me cogía o no, no iba a moverme, estaba completamente paralizada por el miedo.

El chico iba a tocar algo que no debía, cuando una mano, estiró de su brazo y lo lanzó contra unos cubos de basura.

-Da-David.-susurró el chico al que David había empotrado.

-Hola Fernando.-dijo David con una sonrisa.

-Perdona David. No sabía que era tuya. No tiene tu marca y por eso yo...

-Sí, se le ha debido borrar. Pero tranquilo en seguida la verás.-le interrumpió

David se dirigió hacia mí. Su cuerpo se encontraba a menos de cinco centímetros del mío.

-Escúchame bien pequeña gatita. No te resistas, disimula, guarda tus uñas y disfruta.

No entendía nada. Pero entonces sentí los labios de David en mi cuello. Lo estuvo besando y mordiendo un rato, cosa que me volvía completamente loca. Luego se apartó y se puso unas gafas de sol que llevaba encima de la cabeza. Y entonces reflejado en ellas, lo pude ver. La parte de mi cuello donde David había estado besando, ahora tenia una gran marca roja. No tenía mucha experiencia, por no decir ninguna. Pero me pareció que eso se llamaba chupetón. Entonces me di cuenta que eso era la marca de la que estaban hablando.

-Ves, ella es mía. Este chupetón es la marca de que esta puta es mía, así que no te acerques a ella.-dijo dándome la espalda y mirando al chico.

Por una parte sabía que me estaba salvando, pero por otra me estaba llamando su puta. Así que no pude evitar levantar mi pierna derecha para ponerla entre las suyas y darle donde más duele.

Después de hacer eso me fui corriendo hacia donde que estaba la casa de David.

Cuando llegué me quedé más sorprendida de lo que ya estaba.

La casa del Sr. Perfecto era una ruina.

Sé que es un poco corto. Pero es que esta historia no la tengo muy clara. Aunque seguid leyendo porfi plis.

PD: Pronto voy a elegir el elenco. Y si tenéis alguna idea para algún personaje, decidlo.

Nos leemos corazoncitos 

No es una historia de amor (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora