02. tell me

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Sus ojos.

Esos oscuros, brillosos y deslumbrantes ojos profundos que transmitían un sin fin de sentimientos.

Esos increíbles ojos que parecía querer transportarlo a otro mundo cuando lo miraba. Incluso cada pestañeo era tan delicado como el aleteo de una mariposa.

Estaba totalmente fascinado por todo lo que le transmitía aquella persona. Parecía una especie de hechizo.

Las cosas que él sentía, al verlo, al observarlo con atención, al escucharlo hablar de pequeñas historias de su pasado. Esa sonrisa sin miedo en su rostro iluminando del ambiente, sus ojos sonriendo con él, la sonrisa cohibida que mostraba cuando recibía algún halago, o la forma que tenía de sonreír cuando quería coquetear, pero en definitiva la sonrisa que más le gustaba era aquella espontánea que salía cada vez que se encontraban.

—Entonces... ¿Ya te confesaste? —Wheein preguntó sonriendo apoyándose en el mostrador.

—¿Qué? ¿Confesarme? ¿A quién? —ella rodó los ojos, tirándole una servilleta que había allí.

—Jinki, cariño, ¿puedes explicarme a quién debe confesarse? —Jinki salió de la cocina y asintió, muy seguro de sí mismo y de su futura respuesta.

—Al bonito chico que viene todos los días por ti y al que tú sonríes como idiota cuando lo ves.

—Oh, por favor, ¿cuándo pasó eso? —Jinki se fijó la hora en su muñeca y luego dio un vistazo a la puerta.

—Justo ahora —señaló.

Jungkook entró luciendo increíblemente radiante esa mañana, y como si de una película se tratase, Taehyung podía jurar que vio hasta la luz y el viento que le acariciaba suavemente.

Taehyung no pudo evitar sonreír al verlo, ni mucho menos cuando hicieron contacto visual.

Wheein alzó su palma hacía Jinki, chocando los cinco en el aire. Ellos podían apostar todo su poco dinero a que esos dos terminarían juntos.

—Hey, Kook. ¿Cómo estás?

Jungkook sonrió, acercándose. —Hola, Taehyung —se sentó a su lado —Wheein, Jinki. ¿Como han estado? —ella sonrió dulce.

—Buenos días, cariño.

Jinki sacó una rosa del florero que se encontraba sobre el mostrador y se la entregó, sonriendo.

—Buenos días a nuestro segundo cliente favorito.

Wheein no pudo evitar reír por la pequeña expresión de molestia que puso Taehyung durante unos segundos. Jungkook aceptó devolviéndole la sonrisa, tomando aquella bonita flor entre sus manos.

—¿Segundo? ¿Y quién es el primero? —Jinki señaló a un cliente que estaba sentado a unas mesas más lejos.

—Se llama Hyejin. Es una linda chica, algo tímida, pero es muy buena.

Jungkook se sorprendió un poco. —Pensé que era Taehyung —le dirige la mirada pestañeando tal vez algo confundido.

Taehyung tragó duro. Solo pudo elevar sus hombros en respuesta.

—Taehyung es un amigo de la casa —asintió la chica —Lo conocemos desde antes de abrir este lugar —Pero ella —señaló a la chica —Viene todos los días, sola o con amigas. Como en la tarde el lugar se vuelve silencioso, creo que viene a hacer sus tareas.

Jinki negó. —Es ahí donde te equivocas. En realidad viene por él —señaló a uno de los meseros que también trabajaba allí.

—¿Namjoon? —preguntó Taehyung al mirarlo, él estaba recogiendo los vasos usados de una mesa vacía.

like a butterfly, taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora